Guadalupe Loaeza / Me toco, luego existo

AutorGuadalupe Loaeza

Antes, allá por la década de los sesenta, si las mujeres osábamos tocarnos cualquier parte de nuestro cuerpo era pecado. También era pecado verse desnuda frente al espejo. Por lo general, la luna de miel de muchas ex alumnas de colegios de monjas era un fracaso: se rehusaban a quitarse por completo el camisón, suplicaban hacer el amor con la luz apagada y si el flamante marido amoroso se atrevía a acariciarles los senos, cerraban los ojos al mismo tiempo que elevaban una oración a la virgen María. "No siento, no siento, no siento", repetía su mente totalmente atrofiada.

Para las más conservadoras y desinformadas, ir al ginecólogo era un infierno. Cuando finalmente hacían cita y se dejaban, con muchas dificultades, explorar sus senos, y escuchaban al médico decirles: "Señora: tenemos que hacer una mastografía" exclamaban perplejas: "Una ¿¿¿¿¿¿¿¿quéeeeeeeee????????". Para la mayoría, ya era demasiado tarde. El "bultito" detectado en uno de los senos anunciaba inexorablemente cáncer de mama. ¡Cuántas tías, cuñadas, hermanas, conocidas, amigas y vecinas de mi madre, de esa década, murieron por esta enfermedad por no haberse tocado o autoexplorado ambos pechos para buscar en la mama y en el trayecto que va desde ésta hasta la axila, posibles bultitos, bolitas o nudillos debajo de la piel!

Afortunadamente las cosas han cambiado. Hoy por hoy, existe más información, más programas y campañas de prevención contra el cáncer de mama y más agrupaciones que fomentan la educación sobre la detección oportuna. Hoy por hoy, las mujeres, no importa de qué edad ni de qué clase social y económica, nos tocamos, nos palpamos y nos exploramos los senos para prevenir un cáncer de mama. Hoy por hoy, las mujeres, especialmente después de los 40 años, nos hacemos nuestra mastografía por lo menos una vez al año. Ya no tenemos miedo de hablar sobre el tema. Al contrario, desde que empezó el mes de octubre dedicado a la lucha contra el cáncer de mama, muchas de nosotras tuiteamos #AhoraTeTocaATi. Por eso nos queremos informar aún más, que si el cáncer de mama es una enfermedad hereditaria, que si Angelina Jolie tomó su muy personal decisión de realizarse una mastectomía doble ante el elevado riesgo que tenía de desarrollar cáncer, etcétera, etcétera. Sin embargo, no...

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