Guadalupe Loaeza/ Un rancho llamado Hollywood

AutorGuadalupe Loaeza

Para Ramón Alberto, con mucho cariño, por todo lo que he aprendido de él.

En las últimas entregas nos hemos referido a algunos hechos y personajes de principios del siglo pasado. Es evidente que al hablar de esta primera década no podemos dejar de mencionar el nacimiento de un imperio que cambiaría al mundo por completo: ¡el cine! Hay mucho, mucho de qué hablar de sus inicios y del universo de las estrellas que siguen fascinando a millones de personas. De todos los actores de Hollywood de esos años, quisimos elegir a uno que empezó con el cine mudo y que en muy poco tiempo se convirtió en el perfecto latin lover : Ramón Novarro, primo de Dolores del Río. Antes de transcribir una entrevista que se le hiciera a Novarro en 1936 y publicada en la revista "Social ", permítannos contarles cómo empezó todo para que un día, precisamente este actor nacido en Durango, Durango, pudiera . filmar uno de sus mayores éxitos cinematográficos: Ben-Hur .

Allí tienen ustedes que en 1886, una familia llamada Wilcox decide comprar un gran terreno en las afueras de Los Angeles. Eran tan buenas y fértiles las tierras que no tardaron mucho tiempo en plantar árboles frutales, sembrar frijol y dividir el terreno en parcelas. En medio trazan un camino central y pomposamente lo bautizan con el nombre de "Prospecto ", sin imaginar que ese camino se convertiría nada menos que en la entrada de Hollywood Boulevard.

Estaba el Siglo cambiando del 19 al 20, cuando un buen día se le ocurrió a un pintor francés, Paul de Longpré, construirse una residencia suntuosa y plantar un magnífico rosal, el cual era admirado por los rarísimos turistas que llegaban a pasar por ese lugar que parecía tan alejado del resto del mundo. El rosal de Monsieur Paul era el único atractivo de entonces. Floreaba de una forma tan excepcional que un día que pasó por ahí el normando René Blondeau se le ocurrió una idea: abrir la primera taberna del pueblo, Cahuenga House. Pero como no tuvo mucho éxito porque todos los que vivían en los alrededores no adquirían todavía el hábito del alcohol, el propietario terminó por cambiar de giro y allí mismo inauguró el primer salón de belleza del pueblo.

Se dice también que al cabo de unos meses, familias de origen alemán empezaron a abrir otros pequeños comercios. La más importante le pertenecía a Jacob Mülle. Entonces se decía que por las noches, don Jacobo no podía conciliar el sueño porque a tan sólo unos kilómetros de distancia, se encontraba el rancho La Brea, en donde fueron descubiertos fósiles de animales prehistóricos, los cuales en temporadas de tormentas solían emitir ruidos extrañísimos.

Los exitosos plantíos de la familia Wilcox, más los...

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