Guía Rodin los pasos

AutorSergio R. Blanco

Instaladas en la calle Madero, las esculturas en bronce de Auguste Rodin (1840-1917) ganan en fuerza dramática flanqueadas por la estructura barroca de la Iglesia de San Francisco y las ruinas que colindan con su atrio.

Por primera vez, 13 obras del artista francés y tres de sus alumnos Émile-Antoine Bourdelle y Camille Claudel concentran en el centro de la ciudad el legado de uno de los precursores de la modernidad escultórica.

Su aportación a la historia del arte fue esculpir la condición humana, asegura Alfonso Miranda, curador de Rodin en el Centro Histórico, muestra inaugurada ayer en el antiguo atrio de la iglesia franciscana.

"Su obra no es un retrato anatómico. Rodin aprovecha la naturaleza para impulsar y proyectar el interior del hombre", explica.

Las 16 obras forman parte del acervo de 200 esculturas de Rodin que el Museo Soumaya ha reunido en sus casi 11 años de existencia, hasta formar la mayor colección del escultor que existe fuera de Francia.

La tarde del domingo, una figura en el exterior del recinto de Plaza Loreto revelaba por su silueta y volumen que se trataba de El pensador (en su versión alargada de 1903).

Dentro del recinto esperaban las otras 15 esculturas, que habían sido embaladas durante el fin de semana.

De las 21:00 a las 23:30 horas, 14 trabajadores de la empresa Córdova Plaza se encargaron de transportar las piezas desde Plaza Loreto al Centro Histórico.

El pensador y Andrieu d'Andres fueron las obras que requirieron maniobras más complejas debido a su peso -4 mil kilos cada una- y a su altura, cercana a los dos metros. Ambas viajaron en una grúa descubierta, mientras que el resto de las piezas lo hizo en un vehículo techado.

En el atrio de la iglesia esperaban el curador y Soumaya Slim, directora del museo, quien supervisó el desembalaje y la colocación de las esculturas, proceso que se prolongó hasta las 3:45 horas del lunes, cuando quedó instalado El pensador.

Para evidenciar la evolución artística de Rodin, la muestra inicia con una obra temprana, La edad de bronce (1875-1876), que evidencia su capacidad para transformar modelos naturales en esculturas expresivas.

A continuación, piezas como El pensador, El beso (1886), La sombra (1898) y La mártir (1885) integran el conjunto dedicado a Las puertas del infierno, obra ideada para ser el pórtico de entrada al Museo de Artes Decorativas de París que finalmente fue cancelada.

"Las obras hablan de su pasión por tres fuentes clásicas: Las metamorfosis, de...

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