Coordenadas/ Gulliver y Bush

AutorEnrique Quintana

En el genial libro del escritor irlandés Jonathan Swift, Las Aventuras de Gulliver, hay una estampa que quedó para la posteridad. El personaje central de estas fantásticas historias que lo llevan a las tierras más recónditas, Gulliver, visita el país de los enanos, Liliput, y allí es aprisionado por miles de pequeños hombrecitos que lo enredan.

Hace unos cuantos días, en su participación en Monitor, el controversial ex Canciller mexicano utilizó esa imagen del novelista inglés para ilustrar lo que está pasando con la diplomacia mundial.

Las evidencias parecieran indicar que lo que ha pasado en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es más que una discusión respecto a Iraq, si no es probablemente el primer caso en el que la legalidad internacional regida por las instituciones multilaterales que surgieron de la segunda posguerra el siglo pasado, se enfrentan a la evidencia de un nuevo balance mundial de poderes.

No sólo existe ahora en el mundo una sola superpotencia, sino que el poder relativo que ha alcanzado es apenas equiparable al que tenía el Imperio Británico en su etapa más brillante.

Un dato hace evidente esta distancia en el terreno militar: el presupuesto de defensa de los Estados Unidos es superior a los presupuestos sumados de los siguientes 25 países con mayores gastos militares, de acuerdo con las estadísticas del Center for Defense Information.

Pero no sólo hay esa distancia en materia de superioridad militar. Tome usted el valor del PIB de Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia y China y todos ellos en conjunto apenas alcanzan el valor del PIB de los Estados Unidos.

Lo que tenemos no es sólo un mundo unipolar, sino una situación en la cual, el peso específico de la única superpotencia es tal que el mundo requiere de nuevos arreglos para coexistir en este entorno.

Una interesante entrevista que publicó el pasado fin de semana el diario El País con el célebre historiador británico Eric Hobsbawm, señala lo siguiente:

"Creo que la novedad (en el mundo) no está en el 11 de septiembre, sino en que hay un grupo muy concreto de políticos estadounidenses que tienen el objetivo de proclamar la hegemonía de los Estados Unidos en el mundo como superpotencia y han utilizado esta oportunidad para empezar".

Se inquiere al historiador si el mundo sería diferente si Al Gore hubiera llegado a la Casa Blanca.

Responde:

"Sí. Pero las tendencias de largo plazo hacia la proclamación de algún tipo de hegemonía estadounidense se...

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