Gustavo Alanís / Política y medio ambiente

AutorGustavo Alanís

El pasado 5 de junio se celebró, como todos los años, el Día Mundial del Medio Ambiente. En la Ciudad de México, el Gobierno federal llevó a cabo un evento para conmemorar dicha fecha, al cual asistieron representantes de ONG y de los sectores privado, académico, social y gubernamental. El gran ausente, inexplicablemente e independientemente de otros compromisos, fue el Presidente Vicente Fox, quien debió de haber encabezado dicho evento y haber mandado un fuerte mensaje a favor del medio ambiente y los recursos naturales.

Eso de celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente es una cuestión difícil de explicar, en virtud de que a nivel nacional e internacional no hay mayor cosa que celebrar ambientalmente hablando. La deforestación sigue avanzando, la contaminación de los cuerpos de agua continúa, el mal manejo de la basura es evidente, la calidad del aire en muchas ciudades es insatisfactoria, la lista de especies de flora y fauna en peligro de extinción aumenta, y las áreas verdes y el suelo de conservación siguen desapareciendo.

La problemática ambiental no para allí, sino que además se sigue teniendo el problema del mal manejo y disposición de los residuos peligrosos, el tráfico ilícito de especies y de residuos ni quien lo controle, las construcciones de macro desarrollos se da sin cumplir la legislación ambiental, la destrucción de hábitats de tortuga marina y la matanza de las especies de tortuga no se detiene, el agua supuestamente potable no lo es del todo, y siguen presentes las amenazas del rompimiento de la capa de ozono y el calentamiento de la Tierra.

Ante esta situación, yo me pregunto: ¿hay algo qué festejar cada 5 de junio? Más bien lo que habría que hacer en México es que los distintos sectores realmente interesados, incluyendo a los tres niveles de gobierno y a los partidos políticos, trabajen de manera conjunta y coordinada en favor de los asuntos ambientales. ¿Qué respuesta le puede dar un padre a un hijo en 50 años cuando le pregunte que por qué ya no hay bosques o por qué ya no existen las diversas especies de tortugas marinas? Por ello, la responsabilidad es compartida y no se puede simular que hacemos sin hacer porque el día de mañana podría ser muy tarde para tratar de corregir los errores que hoy se cometen.

En este sentido, esto último es precisamente lo que tienen que evitar los dirigentes y miembros de los partidos, los cuales a lo largo de su historia han mostrado una enorme insensibilidad e ignorancia ante los...

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