Gustavo Fondevila / Limpieza social en el DF

AutorGustavo Fondevila

Todas las grandes ciudades tienen problemas con su población callejera. Y esto se agrava cuando el sistema social y económico es muy desigual y expulsa de la sociedad a grandes sectores de la población. Esta gente ocupa los bajo puentes, algunos parques y los rincones perdidos de la ciudad que no reciben atención de las autoridades. Buscan escapar del ojo público que los estigmatiza, los rechaza y al mismo tiempo, les teme. Al igual que el gobierno de esta ciudad.

Según el censo 2010 de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno capitalino, en ese momento había 3 mil 49 personas viviendo en situación de calle en el DF lo que implicaba un aumento del 9.5 por ciento respecto de 2009 (esta cifra volvió a aumentar a 3 mil 282 -7 por ciento- en el censo de Iasis y Sedeso realizado en el 2010-2011). En el censo del gobierno, 157 eran menores de edad y mil 22 entre 18 y 29 años. El 49 por ciento sufría algún problema de adicciones, la gran mayoría eran hombres (87 por ciento) y más de la mitad (58 por ciento) provenía de los estados. La mitad de esta población se concentra todavía hoy en las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza. Y es muy fácil encontrarlos. Por ejemplo, en la calle Artículo 123 y Humboldt ocupan todo el lugar y son una buena muestra de los problemas que sufre esta población: marginalidad, degradación, adicciones, precariedad absoluta, etc. que vuelven imposible su regreso al mundo social sin ayuda.

Y esa ayuda que debería venir de la mano de políticas sociales específicas orientadas al sector por parte del Estado nunca aparece. Lo que sí llega es la seguridad pública.

EL RETIRO FORZADO

Parece obvio que las poblaciones callejeras son un problema complejísimo pero también es cierto que las autoridades tienen muchas herramientas y experiencias internacionales para usar y hasta ahora, la solución quedó en manos de la seguridad pública que ha hecho lo que mejor sabe hacer: palo y cárcel.

Las políticas de la SSP-DF han tenido tres enfoques:

  1. persecución directa de la población callejera (los que viven o trabajan en la calle), b) el hostigamiento permanente y c) el retiro forzado.

  2. La persecución directa ha provocado que la población callejera en prisión se haya duplicado en apenas 3 años (2002-2005), pasando del 23 por ciento al 55.6 por ciento del total. Y se haya mantenido así (54.6 por ciento) prácticamente hasta la actualidad (2009). La mitad de la población en reclusión vivía o trabajaba en las calles antes de ser...

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