Gustavo Fondevila / Detención sin motivos

AutorGustavo Fondevila

En diciembre del año pasado, José Luis Núñez Gonzáles estaba trabajando en su puesto de mariscos (Colonia Pedregal de Santa Úrsula Xitla - Tlalpan) cuando llegaron cuatro patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y una mujer. Los policías le dijeron que la mujer había solicitado su apoyo para arrestarlo por haber provocado daños en su vehículo (placas MDE-6094) del Estado de México y lo llevaron a la Agencia del Ministerio Público de Jojutla y Matamoros (La Joya - Tlalpan). En el camino, los policías le explicaron que lo mejor era colaborar y pagar 6 mil pesos para no tener más inconvenientes. José Luis se negó y cuando su abogado llegó a la Agencia para defenderlo, el MP pidió a los policías que se retiraran y lo liberó de inmediato. Posteriormente, este comerciante abrió una averiguación previa en la Procuraduría capitalina.

LOS DATOS DE LA CALLE

En los últimos años, según la encuesta a victimización del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), la tasa de algunos abusos policiales (golpes y maltrato) se ha estabilizado o disminuido ligeramente. Pero frente a ese escenario optimista hay dos abusos que curiosamente no han parado de crecer y en la última encuesta han alcanzado cifras alarmantes que llegan a casi la mitad de los entrevistados: las detenciones sin motivo (para pedir dinero, por ejemplo) llegaron al 28.1 por ciento (entre los que la sufrieron y los que fueron testigos) y las mordidas pasaron en apenas 4 años de 33.8 por ciento a 40.3 por ciento. Las mordidas y las detenciones sin motivo son de lejos las formas más comunes del abuso policial. Después de 4 años, se puede afirmar que la tendencia es sólida y creciente. En pocas palabras, la Policía parece haberse movido de un patrón de comportamiento violento (golpes y maltrato) a otro más sofisticado: la extorsión y la mordida.

La extorsión tiene un componente más complejo que la simple mordida. No se trata de recibir dinero para no aplicar una infracción de tránsito, por ejemplo. Sino más bien de amenazar a una persona de haber cometido un delito que no cometió. Este cambio de tendencia en el tipo de abusos policiales está...

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