Gustavo Fondevila / El negocio de la defensa

AutorGustavo Fondevila

En los últimos tiempos han comenzado a hacerse verificaciones casi regulares de los registros profesionales de los abogados defensores que intervienen en los juicios penales de la Capital. La Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación (SEP) ha detectado un aumento de los litigantes falsos o más bien, de aquellos que no tienen la cédula profesional que los habilita para representar legalmente a una persona en juicio. Se trata nuevamente de una vieja profesión -no legal- tan común en los tribunales de la Ciudad y tan conocida por todos: el "coyote". Estos personajes adoptan diferentes formas: desde el que hace el trámite por usted hasta el que lo defiende si lo atrapa la Policía. Se acerca cuando usted más lo necesita ofreciéndole una ayuda imposible de resistir: su libertad. Tanto cuando lo detienen en el alcoholímetro y le ofrece meter un amparo para sacarlo rápido (aunque no soluciona el problema), como cuando comete un crimen y le ofrece lo mismo. Y si las cosas salen mal, vaya usted a encontrarlos. Mucho menos quejarse. En esa materia, no hay ventanilla de reclamos.

Los números de los 'licenciados'

Si usted estudió derecho -aunque no haya terminado la carrera- o se las arregla para conocer los entresijos legales de los tribunales, hay muchas oportunidades de ganar dinero. ¿Y dónde va a ganar más? Seguramente hay muchas áreas del derecho donde se pueden hacer millones, pero si usted no tiene contactos, ni influencias de ninguna clase hay un medio sencillo de hacer un capital: representar a personas detenidas o en prisión. Esas personas están desesperadas, en un lugar muy feo, donde suceden cosas horribles y con la perspectiva (amenaza) de quedarse allí un buen tiempo. Esa gente paga lo que sea para salir y en muchas ocasiones, la angustia es tan profunda que aceptan cualquier promesa -del abogado/coyote- pagada con su dinero.

Según el estudio de perfiles delictivos del CIDE (Vilalta-Fondevila), que comprende el periodo 2002-2009, se paga a los abogados defensores diversos montos (ver cuadro).

Es mucho, mucho dinero. Los homicidas culposos pagaron alrededor de 3 millones 235 mil 150 pesos, los homicidas dolosos: 7 millones 220 mil 138 pesos, el robo simple: 7 millones 812 mil 999 pesos, el robo con violencia: 12 millones 891...

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