Gustavo Moheno / Perversión y buen gusto

AutorGustavo Moheno

'No pareces la clase de tipo que necesite conocer chicas por internet", le dice la catorceañera con pelo corto a lo Jean Seberg, Hayley, al yuppioso fotógrafo de 32 años, Jeff, con el que se ha citado en un café angelino.

Plática insípida y un pastel de chocolate después, los aparentemente comunes cibernautas se recluyen en la casa del segundo para dar paso a una trama realmente improbable, a medio camino entre joyas sobre el horror de la tortura como La Muerte y la Doncella, de Roman Polanski/Ariel Dorfman, o la excelsamente angustiante Audition; sin duda, la mejor película del sobrevalorado cineasta nipón Takashi Miike.

Niña Mala (Hard Candy/Estados Unidos, 2005), marca el debut del videoclipero David Slade, quien apoyado en un ambiguo pero atractivo guión de Brian Nelson, logra establecer, al menos durante la primera hora, un efectivo clima de tensión poniendo en una esquina a un probable pedófilo indefenso y en la otra a una adolescente sociópata con más garras que la infame castradora Lorena Bobbitt.

El asunto -para fortuna de los varones quisquillosos- está tratado con enorme buen gusto y cuenta con una actuación digna de verse de Ellen Page (la Kitty Pryde de X-Men 3), una criatura sublime que después de las maldades que hace en esta cinta sería capaz de horrorizar a más de una horda de machines si los susodichos tuvieran el infortunio de topársela en algún callejón.

Imbuida por cierto tono...

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