Colaborador Invitado / Eduardo Guerrero Gutiérrez: Policías comunitarias de Tierra Caliente

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Al igual que al comienzo del sexenio de Felipe Calderón, Michoacán es escenario del primer gran desafío de seguridad para el gobierno de Enrique Peña Nieto. El panorama de la crisis es ahora más complejo que hace seis años; a la violencia del crimen organizado, habitual en la entidad, se suma la proliferación de policías comunitarias (la figura de "policía comunitaria" sólo existe legalmente en Guerrero, sin embargo, éste el término de más frecuente uso en Michoacán para hacer referencia a los grupos de autodefensa; sin embargo). Desde finales de 2012, varias comunidades han anunciado el establecimiento de grupos de este tipo como respuesta a las constantes agresiones de organizaciones criminales y a la ineficacia de las autoridades locales.

En los últimos años la región de Tierra Caliente -que comprende los municipios de Apatzingán, Buenavista Tomatlán, Huétamo y Múgica, entre otros- ha sido la más duramente golpeada por el crimen organizado. La constante extorsión por parte de Los Caballeros Templarios, sobre todo en contra de los productores de limón (la cosecha más redituable de la región), ha propiciado la formación de policías comunitarias en varios municipios. Los Caballeros Templarios han señalado que las policías comunitarias son un mero instrumento de sus rivales, en concreto del Cártel Jalisco-Nueva Generación (CJNG). El CJNG presumiblemente busca controlar los laboratorios de drogas sintéticas que también abundan en Tierra Caliente.

En abril pasado escaló la tensión entre las policías comunitarias y Los Caballeros Templarios, quienes "bloquearon" algunas comunidades. Algunas empacadoras de limón fueron quemadas, otras optaron por cerrar. El pueblo de La Ruana fue víctima de un virtual estado de sitio (por varias semanas Los Caballeros Templarios impidieron que esta comunidad recibiera cualquier abastecimiento). El conflicto paralizó la actividad en Tierra Caliente y ocasionó pérdidas económicas millonarias.

El 16 de mayo el gobierno de la República envió un contingente de 2 mil 500 soldados a 19 municipios de Michoacán, con el objetivo de restablecer el orden y la seguridad en las comunidades más afectadas por el conflicto. Ese mismo día también se nombró al general Alberto Reyes Vaca como titular de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, y se le otorgó el mando tanto de la policía estatal, como de las fuerzas federales desplegadas en Michoacán.

En términos generales, las tropas han logrado pacificar la región, desmovilizar...

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