Hace de la negociación un arte

AutorCarolina Pavón

A sus 47 años de edad René Bejarano probó casi todas las mieles de la política, fue un líder partidista capaz de movilizar a miles de simpatizantes, operador y negociador, factor determinante en campañas electorales, servidor público y legislador, pero nunca tuvo el placer de ser gobernante, cargo al que aspiraba para las elecciones del 2006.

Hasta el 2 de marzo de este año fue el líder de la mayoría perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, de 37 diputados 19 le eran afines; pero además, encabezada la corriente del PRD más fuerte, con más simpatizantes, en la Ciudad de México, la Izquierda Democrática.

Por sus manos pasaban las designaciones de cargos en la ALDF, en la dirigencia del PRD-DF e incluso en algunas áreas del Gobierno capitalino. Negociaciones y toma de decisiones partidistas no se concretaban sin su aval o aprobación.

El miércoles 3 de marzo eso terminó. Un video en el que se le ve recibiendo dinero del empresario Carlos Ahumada acabó con su carrera y aspiraciones políticas, para ponerlo, ocho meses después, en la antesala de la prisión.

Trabajador obsesivo; calculador o ambicioso; inteligente y maquiavélico; sigiloso u oscuro; político y corrupto; emprendedor o enfermo de poder, así definen los propios perredistas a René Bejarano, aquellos que aún lo quieren y quienes siempre lo han odiado.

Lector empedernido, gusta de la literatura, entre sus autores favoritos están Milan Kundera y Walt Whitman; le apasiona la poesía, la cual intenta escribir; el único deporte que ha practicado es correr; y le va al Atlante.

"Creyente y libre pensador", esa dice que es su religión. No fuma ni bebe alcohol, tampoco gusta mucho de las fiestas.

Meticuloso y ordenado en extremo, Bejarano siempre ha alimentado el disco duro de su memoria a puño y letra, una inseparable libreta y una pluma fuente dan cuenta de ello.

Cientos de libretas forma francesa que al usarlas cubre con una carpeta negra del piel están guardadas bajo llave en una gaveta de su casa ubicada en Virgilio Uribe número 42, en la colonia Niños Héroes.

En cada página, con una caligrafía correcta, está el registro de sus reuniones, horas, nombres de personas, temas abordados, acuerdos tomados, llamadas telefónicas, poemas, pensamientos y cartas, como la que escribió a Andrés Manuel López Obrador el 18 de octubre y leyó en televisión.

René Bejarano estudió en la Escuela Nacional de Maestros y Economía en el Instituto Politécnico Nacional, donde dio clases, al igual...

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