'Tenemos que hacerle la lucha'

AutorMartha Cázares

Corresponsal

NUEVO LAREDO.- Eleuteria Armendáriz no sabe aún que su nieto Ernesto Medellín, al que cuidó como un hijo, cuando era pequeño, será ejecutado el 5 de agosto. Confía todavía en que haya una oportunidad para que le retiren la pena de muerte.

Sus familiares no le quieren dar la noticia, para evitar complicaciones en su salud, pero ella sospecha que algo no anda bien.

"Por qué vinieron a verme hoy todos", cuestionó la mujer de 84 años de edad, "díganme lo que está pasando de una vez.

"Ya tengo mucho que no hablo con ellos (padres de Ernesto), y si saben lo que saben, no me dicen, no se nada yo de él".

Doña Eleuteria cuidó de Ernesto desde que era muy pequeño, pues sus padres Venancio Medellín y María Rojas emigraron a Estados Unidos para trabajar, y fue hasta que terminó el primer año de secundaria cuando mandaron por él.

"Cómo no lo voy a querer, lo crié como un hijo", refirió doña Eleuteria, quien aún vive en la casa donde Ernesto pasó su infancia.

"Se fueron ellos a trabajar y yo les dije 'pues déjenmelos aquí'; eran dos y yo batallé con ellos. Yo todos los días me acuerdo de ellos jugando, ahí se la pasaban en la galería jugando. No quería que anduvieran en la calle, decía 'no les vaya a pasar algo'.

"Aquí se portaban bien. En la escuela iban muy bien, yo en la escuela nunca tuve una queja de ellos".

Después de varios años se enteró que Ernesto fue aprehendido y sólo acudió a...

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