Hank Rhon: El candidato estrafalario

AutorFernando del Collado

Tijuana.- Hay que verlo. Jorge Hank Rhon en plena función. Está en la recta final de su campaña por la alcaldía de esta ciudad fronteriza y se le observa suelto. A sus anchas, dueño de sí. Asegura estar en sus "pininos" como político. Estrenándose en la cosa pública, en la búsqueda de los votos. Pero por su control de la escena, por su habilidad para atraer la atención, por la soltura de su habla, parece contar con las tablas necesarias como para dar clases.

Pausado, con la entonación de un concurso de oratoria y con ese dejo de maestro de escuela primaria -por momentos paternal, por momentos autoritario- el candidato del PRI se dirige al público. "Cuando llegué aquí, hace 19 años, Tijuana era una ciudad pacífica y muy segura. Recuerdo que uno podía dejar su coche con las llaves puestas en cualquier calle y, a lo mucho, cuando regresabas por él, tu coche estaba mejor estacionado. De verdad, Tijuana era muy segura: se podía caminar por sus calles y avenidas a todas horas sin temor a ser asaltado, asesinado o secuestrado. Por eso quiero ser su presidente municipal, porque quiero regresarle a esta ciudad su tranquilidad. Y vamos a lograr que esta ciudad vuelva a ser tan segura como cuando yo llegué".

Es jueves 1o. de julio. El candidato está de gira proselitista en el fraccionamiento Alpha Panamericano, ubicado en el suroeste de esta ciudad. Una zona habitacional doblemente lacerada por la desintegración familiar y la marginación. Pero al Ingeniero, como le llaman, se le ve feliz.

Noemí Mendieta, activista tricolor, le ha cumplido al candidato su promesa y ha logrado juntarle a cerca de 50 simpatizantes para vitorearlo. La mayoría son amas de casa.

"Cuando llegue a la presidencia municipal vamos a cerrar todas las tienditas y todos los picaderos. Y me voy a llevar a todos los vendedores y les voy a dar pa' dentro", dice.

El aplauso se da en cascada. Revienta esperanzador en la cara del candidato. Nadie como ese público sabe mejor de la existencia y permisividad de esas tienditas y esos picaderos, espacios de venta de drogas y baldíos donde los adictos se apilan para consumirlas en directo y a la vista de todos. Nadie como ese público conoce los daños y efectos desintegradores de la dependencia de cientos, miles de jóvenes enganchados a las drogas de por vida.

"A los jóvenes, a nuestros hijos, a todos los muchachos que desafortunadamente ya tienen una necesidad de esto. A todos ellos también me los voy a llevar, pero no a la cárcel, me los voy a llevar a las casas de rehabilitación", promete.

Los aplausos revientan nuevamente en la cara del candidato. Hank Rhon los recibe victorioso. Sabe que les ha llegado al corazón, a su más urgente reclamo y necesidad:

"Ya sé que ahorita están aplaudiendo muy contentas, muy entusiasmadas y toda la cosa. Pero les quiero advertir que mañana no me vayan a caer y me vayan a decir lloriqueando que quieren ver a sus hijos o que se los devuelva. No. Les voy a contestar que sí los tengo, pero no se los voy a regresar hasta que pasen tres o cuatro semanas, para que cuando salgan no pase como pasa en las películas que andan como loquitos porque se acabó la droga en la ciudad".

La promesa de campaña es total. Al candidato sólo le queda redondear la oferta:

"En los tres años de mi presidencia no va a haber droga en la ciudad. Aquí no va a haber menudeo ni venta, pero tampoco ninguna tiendita ni picaderos. Vamos a acabar con ellos".

Nuevos aplausos. El candidato se anima a no dejar dudas. Seguro de sí, les advierte: "Y no crean que me estoy poniendo contra Sansón a las patadas con los narcos, ésos grandotes, ésos que matan y tal. No, con ésos no. Esos son de la federal y allá que se entiendan ellos".

Ha sido un mitin de apoyo completo, redondo. De simpatías y renovados compromisos. Noemí Mendieta ha confirmado a los operadores de la campaña que ya cuenta con la adhesión de cerca de 600 simpatizantes.

La movilización es segura, dice. Tiene las firmas y las copias fotostáticas de las credenciales de elector. Los operadores la felicitan, la animan.

Mientras el candidato se despide, las brigadas de jóvenes de la campaña reparten camisetas, dulces, plumas, globos, distintivos y hasta cremas hidratantes para las señoras, que desde temprano han estado expuestas al sol en espera del candidato.

Ya en el autobús de la campaña, prestado por el sindicato de burócratas del estado de México, el candidato parece disfrutar de la alegría de estar de gira. Recibe llamadas por celular, checa los horarios, palomea la agenda. Ha concluido la actividad proselitista número 610 desde que arrancó su campaña, el 24 de mayo.

-Les ha hablado de la pacífica ciudad que encontró cuando llegó, ¿en estos 19 años no habrá usted contribuido precisamente a la inseguridad de Tijuana?

-No veo cómo. La seguridad que yo manejo es la de mis negocios. Tenemos alrededor de 20 books foráneos, el hipódromo, el polígono. Y en todos estos lugares hemos tenido tres asaltos en los 19 años que llevo de estar aquí. No, al revés, el promedio de robo de autos del estacionamiento era de tres o cuatro a la semana. Y tenía dos o tres casos de eso que aquí le llaman "cargadas", que venían aquí y dejaban los coches con droga. Pero a raíz de que tomé el hipódromo hasta la fecha ha habido sólo tres carros robados.

-¿Le temen?

-Me tienen respeto y aprecio.

-¿A usted le gusta que le tengan respeto?

-Pues el respeto es bonito. Darlo y recibirlo. Entonces, les doy el respeto que se merecen. Me lo dan a mí. Y la confianza también. La gente puede acercarse con toda tranquilidad igual que yo a ella.

-En el mitin prometió que iba acabar con la venta y tráfico de drogas, ¿no es una declaración muy temeraria?

-Fíjate que no. Realmente lo voy a hacer. Y realmente se puede hacer. En casi todas las reuniones lo hago. Y lo vamos a hacer el 1o. de diciembre.

A lo mejor no todos el 1o., pero como le digo a la gente, quizá el 2, 3 ó 4. Pero lo vamos a hacer.

-¿Y también va a llevar a los jóvenes a su rehabilitación?

-¡A todos!

-¿Sería capaz de negociar incluso con las mafias?

-Nooo. Lo que pasa es que la gente sabe que lo de la federal, es de la federal.

Y esto es federal.Yo sé que mientras haya alberca no va a dejar de haber trampolín. Y la alberca es Estados Unidos. ¿Para qué nos hacemos locos?

-¿Los conoce?

-No, pero no necesito conocerlos.

-¿Sería capaz de sentarse con ellos y decirles quizá que en Tijuana, mientras sea presidente municipal, nada de drogas?

-No sería necesario. Eso es federal.

El hijo de 'el Profesor'

Jorge Hank Rhon no es un priista común. Lleva en su sangre el sello de un apellido que es orgullo y seña tricolor. Es el hijo de Carlos Hank González, el Profesor, el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR