Henry A. Kissinger / Las negociaciones nucleares con Irán y Norcorea

AutorHenry A. Kissinger

Puede ser tratada como una táctica para obstruir las deliberaciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la indiferencia de Irán hacia sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.

Esta consideración y el tono demagógico de la carta merecieron su rechazo por la Secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice.

Sin embargo el primer acercamiento directo al Presidente de EU en más de 25 años por parte de un líder iraní también puede tener intenciones más allá de las tácticas y propagandísticas y su demagogia puede ser una forma de usar la parte radical del público iraní para dialogar.

Los hechos aclararán cuál interpretación es correcta. El reto de EU es definir su propia estrategia y metas con respecto al problema más fatídico que nos confronta hoy.

El mundo se enfrenta al prospecto inquietante de que las armas nucleares se convertirán en una parte estándar del armamento nacional y terminarán en manos terroristas. Las negociaciones sobre la proliferación nuclear coreana e iraní marcan un parteaguas.

Una diplomacia fallida nos dejará con la opción entre la fuerza o un mundo donde la moderación ha sido erosionada por la manifestación de la falta de habilidad o de la falta de voluntad de los países que tienen más que perder para contener a los fanáticos que los desafían.

Uno sólo necesita imaginarse lo que habría sucedido si alguno de los ataques terroristas sobre Nueva York, Washington, Londres, Madrid, Estambul o Bali hubiera involucrado incluso el arma nuclear más primitiva: bajas en decenas de miles, un colapso en todos los servicios civiles y pánico público.

De las dos negociaciones, el foro de seis participantes que incluye a Japón, Corea del Sur, China, EU, Rusia y Corea del Norte sobre el tema de Norcorea parece más avanzado que las conversaciones de cuatro que incluyen a Francia, Alemania, Gran Bretaña e Irán.

En septiembre pasado, en principio se alcanzó un acuerdo aparente en Beijing en el que Norcorea renunciaría a su programa nuclear si los otros países le proporcionaban garantías adecuadas de seguridad, ayuda económica en el periodo postnuclear y un sustituto para la generación de energía presuntamente perdida al abandonar el programa nuclear.

Pero cada país ha exigido que Corea del Norte cumpla todas sus obligaciones antes de asumir las propias; Norcorea ha evitado un esfuerzo serio para sostener conversaciones sobre un programa simultáneo por medio de la táctica de prolongar el periodo entre cada sesión, quizá para ganar tiempo para fortalecer su arsenal nuclear.

Con respecto a Irán, no existe ni siquiera un acuerdo formal en cuanto al objetivo.

Irán se ha negado a llegar a un acuerdo para aceptar un control internacional sobre su programa de enriquecimiento de uranio, en cuya ausencia ningún control sobre un programa de armas es significativo.

El debate público con frecuencia se enfoca en si EU está comprometido para sostener conversaciones bilaterales con Corea del Norte o Irán.

Con respecto a Norcorea, ése es un...

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