'Hereda' Gordillo hasta inmobiliarias
| Autor | Abel Barajas |
Entre la fortuna que Elba Esther Gordillo registró como supuesta herencia de su madre, una maestra rural de Chiapas, hay cuatro inmobiliarias con un valor comercial de 185.6 millones de pesos.
Las compañías que la maestra jubilada Zoila Estela Morales Ochoa -fallecida en 2009- le dejó a su hija son Inmobiliaria Galilei, Comercializadora TTS México, Comercializadora Erizpe e Inmobiliaria Larcaste.
El valor de las empresas fue dictaminado el 24 de noviembre de 2011 por el entonces Corredor Público número 35 de la Ciudad de México, Salomón Vargas García.
Según la PGR, Vargas fue quien valuó a precios inflados los terrenos en Campeche que fueron utilizados por testaferros de Javier Duarte para lavar dinero. El corredor público falleció en mayo de 2015 en forma accidental.
Vargas fijó en 15.2 millones de pesos el capital social fijo de Inmobiliaria Galilei, dueña de inmuebles en Polanco. Fue adquirida el 27 de julio de 2001 a nombre de la madre de Elba y de Fernando Ibarra Molina.
La empresa contaba entonces con un paquete de 50 acciones repartidas en una proporción de 49 a uno, en favor de la madre de Gordillo.
Desde entonces, el administrador único es José Fernando González Sánchez, yerno de la maestra. En 2011, la única participación de Ibarra Molina ya era propiedad de Maricruz Montelongo, hija de Gordillo y esposa de González Sánchez.
Gordillo también heredó la empresa Comercializadora TTS, que tiene un valor comercial de 40.6 millones de pesos. En el testamento, aparece como administrador único de esta empresa el contador Héctor Jesús Hernández Esquivel, tesorero y, en los hechos, secretario particular de Gordillo.
De las 50 acciones, 49 estaban a nombre de la madre de Elba. Esa firma fue utilizada en 2010 para adquirir las dos residencias de la maestra en San Diego, California.
Comercializadora Erizpe, constituida el 18 de diciembre de 2017, tiene un valor comercial de 90.4 millones de pesos. Su administrador único es Antonio Espinoza Sedano, quien posee el equivalente a sólo 57.18 pesos del capital social fijo de la empresa.
La última empresa que aparece en el testamento es Inmobiliaria Larcaste, cuyo valor comercial fue estimado en 39.3 millones de pesos.
Fue comprada el 23 de febrero de 2001 por Morales Ochoa y Mónica Arriola Gordillo (fallecida en 2016), madre e hija de la maestra; 49 acciones para la primera y una para la segunda. Desde entonces, el yerno José Fernando González funge como administrador único.
LA COLECCIONISTA
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