Heroica batalla en Torreón

AutorLuis Homero Echeverría

De historia, de épica, de leyenda... así, con una alta dosis de drama y corazón, México Sub 17 arrebató un pedazo de gloria y se metió en la bolsa a miles de aficionados al futbol, al derrotar 3-2 a Alemania en la página de Semifinales, la que a la postre pareció el verdadero partido cumbre hacia el título.

El Tricolor rompió con la incredulidad que pudo haber existido hasta ese momento y con una cancha convertida en el escenario ideal para una epopeya alzó la mano de forma rotunda para alcanzar el trofeo mundialista.

Porque fue en este juego, quizá, donde más se demostró el carácter, la idea de triunfo y el temple para salir de una situación adversa, y como si fuera un libreto de película de héroes, en el último suspiro se logró el pase a la Final.

Como nada fue sencillo, el partido mereció mayor aplauso de los seguidores. México empezó el juego con la seguridad que otorga un gol tempranero, el de Julio Gómez apenas al 3', en un instante en el que ni el propio jugador del Pachuca imaginó que ese tanto no sería tan recordado como el que vendría 87 minutos después.

Alemania mostró la entereza de otras Selecciones de su país y en otras categorías. Su sentido indomable le alcanzó para darle la vuelta al marcador y poner en aprietos al equipo mexicano con los tantos de Samed Yesil (10') y Emre Can (60').

Pero vino el clímax de la trama, el punto álgido con la reacción tricolor y la manera en que se dio.

En un cobro de tiro de esquina Jorge Espericueta emparejó el asunto, con un gol olímpico, de esos que no se dan en racimo y que devolvió no sólo esperanza, sino seguridad de culminar la obra.

Y así fue. Tras descalabrarse en la jugada del empate a 2, quedar 5 minutos fuera del campo para recibir atención médica, Gómez volvió como un Cid campeador, con vendaje en la cabeza y ganas, muchas ganas de poner el crédito final.

Con mancha de sangre en la venda, Julio se lanzó y de chilena un tanto descompuesta alcanzó el balón para mandarlo al poste y éste le guiñó para reacomodarlo en el fondo de la cabaña germana en el último suspiro de la batalla.

Y todo explotó: el júbilo de la gente, la sonrisa del autor del gol, la euforia en la banca mexicana, y el nivel del combinado nacional, porque ahí, en esa jugada, prácticamente el Tricolor avisó quién sería el nuevo campeón.

SEMIFINAL

ALEMANIA 2-3 MÉXICO

07/07/2011

GOLES

0-1 (3') Julio Gómez

1-1 (10') Samed Yesil

2-1 (60') Emre Can

2-2 (76') Jorge Espericueta

2-3 (90') Julio Gómez

A DETALLE

Estadio: Corona...

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