Heroínas insurgentes

AutorFrancisco Morales V.

A 210 años del Grito de Dolores, que marcó el inicio de la Guerra de Independencia, persiste una deuda con las mujeres -y otros personajes clave-, quienes arriesgaron sus vidas por la causa.

"Nosotros, los historiadores, sí tenemos una deuda profunda con las mujeres y niños de esa época", dice la historiadora Guadalupe Jiménez Codinach, estudiosa del periodo por más de 45 años.

"Falta mucho qué hacer por ellas, no solamente para la Guerra de Independencia, sino para todas las épocas de nuestra Historia", abunda.

En un esfuerzo de reivindicación, el Gobierno de la CDMX incluyó a tres figuras de entonces en el proyecto escultórico "Paseo de las Heroínas", sobre Paseo de la Reforma: Leona Vicario (1789-1842), Josefa Ortiz (1773-1829) y Gertrudis Bocanegra (1765-1817).

Las historiadoras Guadalupe Jiménez Codinach y Anne

Staples, así como el historiador Juan Ortiz Escamilla, destacan que arriesgaran la vida en un momento de gran opresión masculina.

"En la época que nos corresponde, que estamos hablando de los años de 1808 a 1821, es una sociedad autoritaria, patriarcal, que le había asignado ya un papel a la mujer: hija sumisa del padre, esposa subordinada al esposo y madre que arriesgaba su vida en cada parto", contextualiza Jiménez Codinach.

LEONA VICARIO, LA INDEPENDIENTE

Anne Staples, investigadora de El Colegio de México, estudiosa de Leona Vicario desde 1974, reconoce un hueco importante en lo que se conoce hasta ahora de la conspiradora y benefactora de la causa insurgente. "Le perdemos el rastro, prácticamente, entre 1814 y 1818".

Pese a ello, algunas cosas son muy claras, dice, como su inquebrantable voluntad política que no estuvo subordinada a asociación alguna con un hombre, como sugieren biografías poco documentadas.

"Tuvo una independencia de criterio. Ella decidió, por sus propias pistolas, que se apuntaba con la Independencia y, en la época, es admirable, porque no era tan fácil que una mujer tomara una decisión de ese tamaño", celebra.

Hija de un padre acaudalado, que falleció cuando ella era todavía muy joven, al igual que su madre, se sabe que fue una mujer de gran cultura, que se desenvolvió entre importantes abogados, como su tutor, Agustín Pomposo, dos veces rector de la Real y Pontificia Universidad de México.

Para Staples, el despertar de su conciencia política pudo ocurrir al atestiguar la persecución de la que fue objeto la familia de su entonces prometido, el abogado Octaviano Obregón -tras la caída , en 1808, del...

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