Hijo de tigre...

AutorKarina González

Son tan parecidos que muchas veces los identifican como familiares aun sin conocerlos. Y es que tienen una mirada idéntica, caminan de la misma forma y gesticulan igual al sonreír. Se trata de padres e hijos cuyo parentesco resulta obvio a simple vista.

En algunos casos, la genética paterna es dominante, pues, además de compartir rasgos físicos, su carácter también se asemeja.

Tres papás explican cómo se sienten de que sus hijos sean tan similares a ellos. Mencionan cómo, a pesar de la diferencia de edades, las fotografías del pasado evidencian el parecido.

Con el mismo carácter

Al ver la semejanza física que existe entre su hijo Patricio, de 10 años, y él, Ernesto López Quezada tiene la sensación de trascender en el tiempo y volver a nacer.

"Al principio no nos parecíamos mucho, pero, a partir de los 5 años, la similitud fue más evidente. Incluso en una ocasión mi hijo vio una foto mía cuando tenía su misma edad y pensó que era él.

"La ventaja de ser tan iguales físicamente es que en todas las actividades de su colegio me identifican fácilmente como el papá de Patricio, aun sin conocerme", precisó el banquero de 48 años.

Además de lo exterior, Ernesto y Patricio son similares en carácter: ambos tranquilos, analíticos y con buen humor.

Practicar tenis y andar en bicicleta, así como jugar ajedrez y turista, son algunas de las actividades que comparten juntos.

Una familia de abogados

Cuando revisa retratos de sus tres hijos, el abogado Xavier Olea se da cuenta del parecido que existe entre ellos. Y es que, asegura, los genes de su familia han predominado a lo largo de generaciones.

"Siento una gran emoción de ver que mis hijos se asemejan tanto a mí. Todos tenemos un físico en común que se vuelve histórico al observar fotografías del pasado.

"Mis amigos siempre me han dicho que Xavier, Alexandro y Anahí no niegan de dónde vienen. En múltiples ocasiones me han comentado que son mi copia fiel, no sólo en lo físico, sino también en la voz, los ademanes, los gestos y el carácter", explicó Xavier Olea, de 60 años.

El parecido, afirma, es evidente en el rostro, particularmente en el área del antifaz, compuesta por los ojos, la nariz y la boca. Este rasgo también se repite en sus nietos.

Además, también tienen los mismos intereses, pues sus tres hijos estudiaron Derecho, y el carácter es similar, ya que son necios...

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