Holbox: La nueva consentida

AutorEsther González Jacques

Tratando de escapar de los clásicos destinos quintanarroenses, hace poco más de tres años los suspiros de montones de turistas aventureros comenzaron a centrarse en un pequeño paraíso del Caribe mexicano casi virgen: Holbox.

Esta isla de no más de 40 kilómetros de largo y dos de ancho se convirtió en la tierra prometida para aquel viajero que quiere desaparecer y refugiarse en un ambiente pacífico donde la naturaleza manda.

Destino nada recomendable para aquellos con discapacidades posmodernas que les impiden despegarse del mail o del Facebook, porque en algunos sitios ni siquiera hay señal, así que es una isla, literalmente, para aislarse.

El atractivo más popular de esta región es el nado con esnorquel junto al tiburón ballena. A las ocho de la mañana, los turistas que harán el recorrido para buscar al "Rey de los Mares" se reúnen en el muelle principal. Luego de embarcarse navegan hacia el norte unos 40 minutos, a 35 kilómetros de distancia.

De pronto, el navío se detiene y la corriente lo mece. Todo es silencio. En el horizonte sólo se alcanza a ver la inmensidad del mar.

Es tiempo de afilar la vista para buscar al tiburón ballena, el pez más grande del mundo, que puede alcanzar hasta los 15 metros de longitud.

Algunas tortugas y rayas de hasta cuatro metros se atraviesan en el camino; pelícanos reposan sobre la marea y de vez en cuando emprenden el vuelo para cazar algún pez.

Entonces se ve la aleta del tiburón ballena, y dos de los turistas, de los seis que caben en la lancha, deben alistarse con aletas, visor y esnorquel para saltar al agua y patalear con fuerza hasta alcanzarlo. O casi. Ya que se trata de una especie protegida, está prohibido tocarlo o acercarse a menos de un metro.

Debes abrir muy bien los ojos y aprovechar el momento al máximo porque con suerte dura unos 20 segundos. El tiburón te dejará atrás muy rápido y sólo podrás repetir la aventura dos veces más, intercalando turno con todos los compañeros de embarcación.

La experiencia completa

Después de cazar al tiburón con los ojos, y quizás con tu cámara, ya puedes disponerte muy satisfecho a vivir el resto de la isla.

Otros paseos por la región incluyen la visita a laguna de Yalahau, donde se nada en un ojo de agua dulce dentro de un manglar, también se puede ir a la Isla de la Pasión y a Punta Mosquito para ver flamingos, así como a Cabo Catoche para esnorquelear con pequeñas rayas.

Y, finalmente, a lo que vienes, a descansar. En Holbox hay sitios de hospedaje para...

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