Homero Aridjis / De Castro a Castro
| Autor | Homero Aridjis |
Berlín.- Para hablar del futuro de Latinoamérica habrá que hablar de su pasado. De Castro a Castro. Este periodo que abarca los inicios y los finales de la dictadura socialista de Fidel Castro, ahora enfermo y octogenario, podría definir casi medio siglo de historia latinoamericana.
No obstante que ha terminado la Guerra Fría, aparecido China como gran poder, resurgido el Islam como adversario del mundo cristiano, los países del Este han entrado a la Unión Europea y los impulsos altruistas del Occidente próspero se dirigen a sus ex colonias africanas, olvidándose de que también en América Latina hay pobreza e injusticia. Uno tiene la impresión de presenciar una extraña inmovilidad en nuestra historia, y de que poco ha cambiado en términos de democracia en cinco décadas, y que los clamores de un Pablo Neruda contra el imperialismo norteamericano aún resuenan en las injurias de Hugo Chávez al presidente Bush.
Aparte del castrismo, dos constantes han marcado la historia latinoamericana: la de la relativa corrupción de los presidentes civiles (cuya máxima expresión fue el presidencialismo mexicano, y que del gran tlatoani -Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo- se degradó al tlatoaniton Vicente Fox), y la de las dictaduras militares, que liquidaron cruentamente proyectos políticos como el de Jacobo Arbenz en Guatemala y de Salvador Allende en Chile, este último una figura del martirio político latinoamericano tan emblemático como el de Che Guevara. Si bien habría que agradecer a tiranos como Fulgencio Batista, Leónidas Trujillo, Alfredo Stroessner, los Duvalier y los Somoza por haber dado una literatura pintoresca a Latinoamérica, y por haber enriquecido los anecdotarios nacionales, sus fechorías dejaron en la miseria a millones y regaron de muertos sus tierras.
Si bien nuestra historia es como un péndulo que oscila entre los dictadores y los presidentes civiles de poca duración y magros resultados (marcados por una corrupción extrema o light), entonces como ahora América Latina ha tenido un solo interlocutor: Estados Unidos. De México a Argentina nuestras naciones han sido el patio trasero cercano o lejano de USA, todo debido a la desunión y al entreguismo que existe entre nuestros jefes de Estado, dispuestos siempre a dialogar bilateralmente con el Imperio del Norte, pero no con sus vecinos.
Muertos o derrocados los presidentes y los dictadores de México, Nicaragua, Paraguay, Haití, República...
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