Del 'hoyo' al cineclub

AutorNoé Sotelo

"Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo", así inicia una de las novelas cumbre de la literatura mexicana, Pedro Páramo, escrita por Juan Rulfo. Y con algunas leves modificaciones, estas célebres líneas también podrían describir el inicio profesional de una de las carreras más prometedoras del cine nacional: la de Juan Carlos Rulfo, hijo, precisamente, del célebre escritor.

Resulta que la mamá del cineasta le sugirió que viajara a Jalisco para preguntar sobre su padre, y esta idea fue la génesis de la ópera prima del realizador: Del Olvido al No Me Acuerdo (1999). Luego vino En El Hoyo (2006), la cinta que le otorgó reconocimiento internacional.

Ambas películas se presentarán en programa doble (y se anunciará la salida al mercado del DVD de En el Hoyo) dentro de los Martes de Cine Bar en el Lunario del Auditorio Nacional, un proyecto que pretende rescatar la idea del cineclub en toda la extensión de la palabra, es decir, con debates y con la presencia de realizadores.

"Hay muy pocos cineclubes, y yo creo que la cultura del cineclub podría ser mucho más poderosa. Siempre que se está buscando dónde estrenar una película, un espacio óptimo donde las personas, estén a gusto, generalmente se piensa en los espacios comerciales, y esto no es muy atractivo", señala el director.

Rulfo explica que los cineclubes pueden ser herramientas muy eficaces para darle la vuelta a los compromisos que tienen los exhibidores con las películas "grandes" y así ver un cine diferente al comercial.

Pero para el realizador lo más importante es que los cineastas crean en...

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