Hugo Hernández / Romance anfibio

AutorHugo Hernández

Consultado sobre la posibilidad de tener un hijo con su inteligencia y la belleza de Marylin Monroe (su esposa), Arthur Miller dijo alguna vez: "¿y qué tal que se pareciera a mí y tuviera la inteligencia de ella?".

De aquella anécdota-leyenda pareciera partir la trama de La princesa y el sapo, cinta dirigida por Ron Clements y John Musker (directores de Aladino, 1992): tras el beso, el sapo no se convierte en un bello príncipe, sino que la princesa se convierte en un sapo.

En Nueva Orleans habita Tiana, una joven negra que en un baile de disfraces es confundida con una princesa por Naveen, un príncipe en bancarrota que busca conquistar a una muchacha rica para prolongar su ociosa existencia.

Ella no disfruta la vida y trabaja para hacer realidad su sueño (que heredó de su padre); mientras que él no trabaja, pero disfruta la vida. Sapos son, y en el pantano nadan...

La princesa y el sapo es producida por uno de los ases de Pixar, John Lasseter, y dirigida por Ron Clements y John Musker, quienes también compartieron la responsabilidad de Aladino (1992).

La cinta plantea de entrada el contraste entre un barrio burgués y uno proletario, y enfatiza en la brecha económica, al reconocer que el verdadero poder no está en la magia, sino en el dinero.

Además, concede el protagonismo a una mujer negra, y funciona bien otra contraposición que se plantea: aquella entre la vida para trabajar y la vida para disfrutar, entre la búsqueda poco provechosa...

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