Humberto Musacchio/ El bato con votos tiene para rato

AutorHumberto Musacchio

Con la atención puesta en la pérdida de la Presidencia por el PRI, pocos han reparado en que el gran derrotado de estas elecciones es el Partido de la Revolución Democrática, que vio caer casi a menos de la mitad su votación de hace tres años, que pierde más de medio centenar de diputados federales y que no tendrá mayoría en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

El PRD fue arrollado por la ola foxista y de poco le servirá la actitud de aquí no ha pasado nada. Ese partido se ha ido otra vez al fondo, como en los años de las grandes pugnas internas y de los escándalos semanales. La única entidad en que obtuvo mayoría dentro de la votación presidencial fue Michoacán y resultó marginado en las elecciones de Guanajuato, lo que era previsible, y en Morelos, donde emergió ganador el PAN, un partido sin tradición en ese estado.

En la capital del país los aurinegros tienen la victoria de Andrés Manuel López Obrador, mucho más apretada de lo que se creía, como el bálsamo para los tremendos raspones que sacaron de estos comicios, pero lo cierto es que si Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles tuvieron serias dificultades para gobernar con una mayoría legislativa a su favor, no es de creerse que será mejor lo que ocurra en los tres años siguientes, a menos que los perredistas lleguen a un acuerdo con el PRI, lo que no parece tener viabilidad en lo general, aunque bien podrían pactar sobre puntos específicos.

Las causas del desastre perredista son varias, pero no es una menor que el PAN cosechara las semillas venenosas que el PRI y su gobierno sembraron de 1997 para acá. El resto hay que atribuirlo a que, por la razón que sea, el voto del hartazgo no halló viable apoyar a Cárdenas.

El PRD es el gran derrotado, pero el PRI es el perdedor histórico. Quedará como primera fuerza en el Senado y se mantiene con más de 200 diputados en San Lázaro, pero fue arrollado en el Distrito Federal, en Guanajuato y en Morelos, donde pagó su apoyo a un gobernante solapador de delincuentes. Pero es la Presidencia de la República la pérdida catastrófica para los priistas. Con el resultado de esta elección, no sólo presenciaremos un cambio de gobierno el próximo 1o. de diciembre, sino que asistimos a un fin de régimen.

La Presidencia de la República era la pieza clave del llamado régimen de la revolución mexicana. En torno de ella giraban todas las fuerzas políticas, aun las de oposición; ahí se concentraba el mando de los aparatos de fuerza del Estado; por ese...

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