El I Ching
| Autor | José Agustín |
Para Taydé Cecilia
Nunca falta el que pregunta: "Si tuvieras que vivir en una isla desierta, ¿qué libro te llevarías?". Yo nunca dudo en responder que elegiría el 'I Ching o Libro de los Cambios'. Éste es el libro más antiguo de la humanidad, pero sólo se conoció debidamente en Occidente hasta que el pastor protestante Richard Wilhelm lo tradujo al alemán en 1923.
Para estas alturas muchos han oído hablar del I Ching, pues su popularidad y su prestigio ha ido en aumento desde que el mundo se abrió al naturismo, lo oculto, lo esotérico y a las manifestaciones religiosas que han sido denominadas como new age.
Yo empecé a consultarlo desde los años 60, cuando supe de él a través de los libros del gran sicólogo suizo Carl Gustav Jung, poco antes de que se volviera un libro de cabecera de los hippies de aquella época. Desde entonces el I Ching textualmente me cambió en lo esencial, me reorientó y ha sido uno de los sostenes fundamentales de mi vida cotidiana, ya no se diga de mis momentos más difíciles.
Este gran clásico chino es el libro más antiguo de la humanidad y ha moldeado la civilización china de los últimos 3 mil años, pues de él se derivan el taoísmo y el confucianismo. Se le atribuyen cuatro autores: Fu Hsi, un personaje mítico que inventó y dio nombres a los hexagramas, lo cual indica que el Libro de los Cambios data de los tiempos prehistóricos en que los chinos dejaron el nomadismo a través de la agricultura y de cocinar los alimentos; después vienen el Rey Wên, y su hijo, el Duque de Chou, que son personajes históricos. El primero fue destronado por un tirano y en la prisión escribió los juicios de los hexagramas; su hijo, por su parte, derrotó al usurpador, inició la dinastía Chou en el año 1150 a.C. y escribió los textos de las líneas de cada hexagrama. El último autor es Confucio, quien escribió comentarios profusos que ayudan a entender mejor este gran clásico.
El I Ching es un libro de sabiduría y de adivinación al mismo tiempo. Ante problemas esenciales de la vida uno puede formular preguntas y el Libro de los Cambios responde con una precisión pasmante, porque contiene la experiencia humana de miles de años y sus 64 hexagramas abarcan todas las situaciones posibles en la vida.
Pero si uno está en paz y no requiere de respuestas a problemas decisivos, se puede leer como cualquier libro y extraer de él una sabiduría profundísima sobre temas eternos de la naturaleza y el ser humano: la creatividad, la receptividad, las...
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