Iberoamérica en concurso
| Autor | Hugo Hernández |
El riesgo de tener una sólida Sección Iberoamericana (al margen de si hay o no concurso y premios) es que a la corta y a la larga resulte más atractiva que la Sección Oficial. Así ha de suceder este año... también. Se han seleccionado 13 producciones que poseen ya un exitoso camino andado, que dan prestigio a la Muestra y no al revés: todos los títulos han sido presentados en otros festivales, y la mayoría ha obtenido importantes reconocimientos.
El programa presenta una distribución cuantitativa más o menos previsible: tres películas de Brasil, igual número de España y Argentina, y con una aparecen Cuba, Chile, Colombia y Uruguay. Completan el panorama 11 cortos procedentes de los mismos países.
El paquete brasileño abre con Ciudad de Dios (Cidade de Deus, 2002), el tercer largometraje de Fernando Meirelles. Toma el título de una favela de Río de Janeiro, célebre por su violencia. Ahí crecen dos niños que siguen caminos diferentes: uno se convierte en fotógrafo y el otro en narcotraficante. La fuerza del estilo de Meirelles ha impresionado positivamente a público y crítica. Así lo corrobora el caudal de premios que se llevó en el Festival de La Habana del año anterior. Es uno de los platos fuertes de la Sección y de la Muestra.
Madame Satä (2001) es la ópera prima de Karim Ainouz, por cuya cuenta corre el guión. Sigue los pasos del personaje epónimo, un sórdido travesti que escandalizó a medio Río en los años 30. El cineasta recrea libremente las andanzas de este bohemio que fue considerado lo mismo un héroe que un villano. Madame Satï divide opiniones: el público la aplaude o la repudia.
Las Tres Marías (As Três Marias, 2002) es el segundo largometraje de Aluisio Abranches. La historia: una mujer que incita a sus dos hijas a vengar la muerte de su esposo y dos hijos a manos de un ex novio. El realizador intenta capturar el ambiente de miseria y violencia del noreste brasileño. Crítica y público coinciden en reconocer que la historia ofrece bastante interés, pero también en apuntar que la labor de Abranches es discreta.
España abre fuego nada menos que con Los Lunes al Sol (2002), el cuarto largo de Fernando León de Aranoa. Relata las vicisitudes de un grupo de desempleados en la porteña ciudad de Vigo. El trabajo de Javier Bárdem en el protagónico ha sido unánimemente reconocido. La cinta obtuvo la Concha de Oro en San Sebastián y arrasó con los Goya. Sus méritos son tales que se presentó una sonada disputa para representar a España en el...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba