Iberoamérica: El peligro de la ruptura
| Autor | Rosario Green |
En los últimos tiempos leemos con mayor frecuencia la inquietante sentencia de que Bolívar está muerto y no hay lugar para la "patria grande". Lo más perturbador es que este pensamiento no proviene de la potencia hegemónica que tiempo atrás dividiera a América Latina en dos: aquella porción convenientemente demarcada por la construcción del Canal de Panamá en los albores del siglo pasado, en la que se incluía a México, Centroamérica y el Caribe (de donde después se escaparía Cuba), y el resto, integrado por países enormes como Brasil y Argentina, además de sus vecinos sudamericanos, con atractivos territoriales, poblacionales y de recursos, pero sin el "plus" que Mesoamérica añadía al concepto de seguridad predominante a lo largo de los años de la guerra fría, y que por ende convocaba el interés estadounidense en esa subregión.
Ahora que esos tiempos quedaron atrás y la globalización rescató el valor y los peligros de la interdependencia, mientras que la gran potencia plantea (bien o mal ése no es el punto), un continente con rasgos de unidad, complicados sin duda de llevar a la práctica, pero geográficamente cimentados en el área que comparten las Américas, las voces que presagian la fragmentación latinoamericana y hasta su balcanización, se dejan escuchar con fuerza. Detrás de ellas hay un poco de todo: buenas intenciones, posturas político-ideológicas y visiones académicas resultado de profundas reflexiones.
No ha faltado quien, con alarma, ha llamado la atención sobre una América Latina convertida en una especie de nuevo escenario de la superada confrontación Este-Oeste. Según esta versión, se estaría gestando la posibilidad de una "costa atlántica" de izquierda, más o menos combativa, que empezaría en Cuba, pasaría por Venezuela, encontraría en Brasil algunos seguidores que han llegado inclusive a sugerir la formación de un ejército sudamericano que ocupe los espacios hasta ahora llenados por Estados Unidos (particularmente en Colombia), y terminaría en la Argentina, donde un nuevo Presidente intenta la recuperación económica, política y social, y no puede evitar preocupar con algunas de sus medidas al capital nacional y extranjero. Esta "costa atlántica" se diferenciaría de aquella cobijada por el Pacífico, por más que se reconozca que no está exenta de dificultades.
Hay otros puntos de vista tal vez más inquietantes porque tienen voceros de mayor peso tanto político como intelectual. Se trata de aquellos que sostienen que más que...
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