IDEAS CON VALOR / Un caso de éxito de filantropía verde

AutorAlejandro Legorreta

"La creación de mil bosques está contenida en una bellota", Ralph Waldo Emerson

Suelo decir que buena parte del potencial económico y social de México descansa en sus capitales únicos. Y cuando hablo de capitales, hablo de capitales materiales, tecnológicos, intelectuales, pero también de capitales naturales. En realidad, el turismo, que es una de las principales fuentes de ingreso del País, por ejemplo, depende fuertemente de este último, y se estima que el turismo verde en México genera una derrama económica superior a los 4 mil millones de pesos al año. Se nos olvida que nuestro País es, con más de 100 mil especies y con ecosistemas tan radicalmente diferentes a lo largo del territorio, nada menos que uno de los 10 países más biodiversos del mundo.

En este sentido, uno de los grandes casos de éxito filantrópico en la conservación de nuestro capital natural y la biodiversidad que celebrar y a emular es el trabajo que la Fundación Pedro y Elena Hernández AC ha realizado desde hace más de 15 años con el flamenco rosa en la Península de Yucatán.

El flamenco rosa (Phoenicopterus ruber por su nombre científico o "Meco" por su nombre maya) es un ave acuática que habita en los cuerpos de agua salinos de baja profundidad que se forman cerca de los litorales. Estas aves cuentan con una estructura corporal alargada que les permite introducirse en los suelos arcillosos para alimentarse de plancton, algas, insectos y crustáceos.

Son una especie hermosa pero también poco común, ya que solo se encuentran en el sur de Europa y Asia, en algunos países de África y, en América, en las islas Galápagos, en la costa de Florida en Estados Unidos, en la Península de Yucatán y en algunas islas del Caribe, como Cuba, las Bahamas y Antillas Holandesas. Se estima una población total de 850 mil de estas aves en el mundo.

En la Península de Yucatán el flamenco rosa habita en los cuerpos de agua del noreste del estado, en Celestún, Sisal y principalmente en la Reserva de la Biósfera de la Ría Lagartos, que es el ecosistema perfecto para la anidación, alimentación y refugio de las poblaciones en temporada reproductiva. Quienes han visitado la biósfera, saben que el...

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