Ignoran Manila y EU diálogo interreligioso

AutorGonzalo Aragonés

REFORMA / Especial

Más allá de la Comandancia Sur del Ejército filipino, y a 4 kilómetros del centro de la ciudad, 200 familias de antiguos "scuaters" (ocupadores de tierras) levantan con su propio trabajo una pequeña ciudad: es el barrio de Katilimbán, una iniciativa que con la ayuda exterior trata de mejorar la vida de la gente de Mindanao, que durante los últimos 30 años han huido de la guerra para refugiarse en Zamboanga.

Katilimbán significa "paz" y ha sido posible gracias a un misionero claretiano español que llegó a Filipinas en 1972, justo el año que el Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) se levantó en armas y el dictador Ferdinand Marcos instauró la Ley Marcial. En una tierra tan dividida por cuestiones religiosas, la pregunta casi se escapa de la boca: ¿son cristianos o musulmanes? "¿Qué más da? Son scuaters que vivían en chabolas (chozas)", responde el Padre Angel Calvo.

Y es que, más que un conflicto entre religiones, ésta es otra lucha más entre los que tienen mucho y los que nunca tuvieron nada. Por eso se levantó el FMLN. Por eso el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) siguió la lucha de forma más radical desde 1978.

Y por eso tal vez estén luchando los guerrilleros de Abu Sayyaf, ahora encerrados en la isla de Basilán, esperando el ataque del Ejército y de los 160 soldados estadounidenses desplazados a Zamboanga.

"Recurrir a la fuerza para solucionar lo que ocurre en Mindanao significa tomar la postura más fácil y rechazar cualquier otra forma para llegar al entendimiento. El conflicto tiene características políticas y económicas, pero también religiosas. Por eso debemos contribuir a crear una cultura de la paz junto a los musulmanes", asegura Angel Calvo.

La sociedad civil lleva años organizándose y no sólo matándose o soportando los secuestros de Abu Sayyaf. Calvo y muchos otros voluntarios de Zamboanga han creado una organización que trabaja hombro con hombro con otros grupos musulmanes. Su nombre es Peace Advocates Zamboanga (PAZ), y ha tenido su correspondencia en el Grupo Salam (que en árabe también significa "paz").

Sus iniciativas en contra del enfrentamiento armado, sus actos para reunir a las dos comunidades que se dan cita en el sur de Filipinas no es compartida por el Gobierno local. Para la Alcaldesa María Clara Lobregat, esta colaboración sólo contribuye a "incrementar" la comunidad musulmana.

"Es la respuesta del grupo aristócrata cristiano, pero nosotros hemos invitado a la Alcaldesa a la Semana de...

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