Imaginario de la literatura / Mañana será otro día...

AutorGuadalupe Loaeza

Me llamo Scarlett O'Hara. ¿Se acuerdan de la novela Lo que el Viento se llevó, de Margaret Mitchell?, pues he aquí mi historia. Vivo en Tara, una de las plantaciones más importantes y bellas del sur de Estados Unidos. Soy muy popular y tengo muchos pretendientes, pero no les hago caso porque estoy enamorada de Ashley Wilkes. Estoy preocupada porque Mammy, mi esclava, me dijo que la mustia de mi prima Melanie y Ashley se casarán. Pregunté a papá si es cierto y me dijo que sí. Mammy es una regañona y, además, defiende a la pesada de Melanie. Ya le dije que si prefiere a mi prima que ni me ayude a vestir. Yo puedo arreglarme sola para ir a la barbacoa que los gemelos Wilkes darán en Twelve Oaks, la plantación vecina.

Cómo es posible que Ashley prefiera a Melanie, ni es tan bonita. Yo, en cambio, modestia aparte, según dice todo el mundo, soy preciosa. Tengo una cabellera abundante, rizada y muy negra, ojos verdes con largas pestañas, nariz respingada y boca chica, pero con labios carnosos. No como los de Melanie, que los tiene tan delgados que parecen una liga restirada a punto de reventar.

Cuando llegué a Twelve Oaks, como siempre, todos los muchachos se vinieron a platicar conmigo. Les juro que soy la chica más popular del sur. Además, soy la mejor vestida. Sé que todas me tienen celos. Melanie no. Es tan virtuosita y perfectita, la mosquita muerta. Además, me trata como si yo fuera una chiquilla. Siempre me está dando consejos.

Al pie del viejo roble, vi a Melanie y Ashley muy acaramelados, seguramente hablando de su boda. Llegó la hora de la siesta y todas las chicas tuvimos que ir a reposar. En cuanto vi que todas estaban dormidas, me salí de puntitas para ir al salón en donde se reunieron los hombres. Quiero oír lo que dicen, porque están hablando de la guerra. Todos están seguros de que será una guerra muy corta y llena de gloria para los sureños, porque, como dijo uno de ellos: "Después de todo, un caballero sureño vale 10 yanquis cualesquiera". Todo el mundo lo sabe, todo mundo excepto un tal Rhett Butler, que piensa que la guerra será tremenda. Todos lo contradijeron y él prefirió salir del salón muy enojado. Para mi sorpresa y alegría, detrás salió Ashley. Me precipité hacia él y lo obligué a que me siguiera a la biblioteca. Una vez ahí, le dije que no era posible que fuera a casarse con esa mujer tan poco atractiva, cuando yo estaba enamorada de él. Ashley me dijo que también me quería, pero en una forma diferente y que era mejor que no...

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