Impulsan arte vs. vandalismo

AutorIván Sosa

En la Ciudad de México, el grafiti caracteriza miles de bardas y muros en los cuales los jóvenes buscan expresarse de forma clandestina; sin embargo, con programas oficiales, las autoridades promueven pintas artísticas que reduzcan el daño al entorno urbano.

"Llegábamos a detener de 80 a 100 muchachos en el año, ahora ya no se hace represión, sino disuasión para invitarlos al grafiti artístico; llevamos de detener a hablar con unos 30", comentó el oficial de la Unidad Antigrafiti de la Secretaría de Seguridad Pública, Germán Bolaños.

Con los programas para crear obras en muros asignados, con pinturas entregadas por empresas y becas en busca de talentos, instalaciones del Metro, de la Central de Abasto y de vialidades son asignadas, también para escribir poemas.

A través de esos programas, en las delegaciones del centro de la Ciudad se ha abatido el grafiti clandestino, el cual persiste en la periferia.

Con más de 2 mil instalaciones entre pozos de agua y bombas de desagüe, una de las oficinas más afectadas por el grafiti clandestino era el Sistema de Aguas.

Ahora, con Leonardo Estrada García al frente de la dependencia, tiene cuatro años de operar el programa Hidroarte.

"Canalizamos la energía de los jóvenes que dañaban los inmuebles y se arriesgaban a ser detenidos, ahora de cada 10 sedes recuperadas con un grafiti artístico, una se vuelve a vandalizar", indicó el funcionario.

Pintar una barda puede costar 3 mil 500 pesos, añadió, pero repararla puede provocar a quienes buscan imprimir un mensaje de forma ilegal.

"Con inmuebles patrimoniales es más complicado, porque una rehabilitación tiene que estar autorizada y supervisada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia"...

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