In Cuicatl In Xochitl

AutorFrancisco Morales V.

La combi sorprende a los deudos de camino a la salida del Panteón Francés.

El estado del vehículo, destartalado, con la pintura descarapelada, contrasta con el tesoro que lleva amarrado en el techo: una gran corona de flores hecha con hojas de maíz, con totomoxtle.

Al avistar el regalo tardío, los familiares y amigos de Miguel León-Portilla deciden regresar hacia donde, hace apenas unos minutos, habían enterrado el cuerpo del filósofo nahuatlato. La corona, que se creía perdida en el trajín del homenaje público celebrado el día anterior en el Palacio de Bellas Artes, los llevó de vuelta.

La filóloga Ascensión Hernández Triviño, viuda del homenajeado, sonríe con el hallazgo. Con una flor blanca en la mano, regresa hacia la cripta familiar para depositar la corona en la tumba de su marido: "Qué bueno que apareció", celebra.

En estos días tristes no han faltado las muestras de amor desbordante, como el arreglo de totomoxtle confeccionado por artesanos de Huamantla; los vítores de "¡Gracias, Maestro!" que le fueron prodigados en el vestíbulo de Bellas Artes; los poemas en náhuatl, en zapoteco, en totonaca y en maya; y el camino de humo que los concheros del Zócalo le regalaron con su danza a la salida del recinto.

"Le hubiera encantado", asegura "Chonita", como él la llamaba. Fue ella, también, quien pidió a la Secretaría de Cultura que el cuerpo de León-Portilla permaneciera en el Palacio hasta que todos pudieran despedirse.

Al adiós final del tlamatini, del sabio, acuden ya sólo unos cuantos, los más cercanos. Entrelazados de los brazos, Ascensión Hernández, su hija Marisa León-Portilla Hernández, los nietos, Miguel Diego y Fabio, amigos y unos cuantos colegas caminaron detrás de la carroza hacia la cripta donde el historiador será acompañado por los restos de sus padres, tras gestionar el traslado de éstos desde otro panteón.

Durante el entierro, espontáneamente, una mujer en el cortejo entonó en náhuatl: Xikiyehua in xochitl, xikiyehua ipan moyojlo, / pampa nimitstlasotla, / pampa nimitstlasotla ika nochi noyojlo.

En silencio, el mensaje lo compartieron todos: "Te regalo esta flor, guárdala en tu corazón, porque yo te amo, porque yo te amo con todo mi corazón".

Es la Flor y Canto, In Cuicatl In Xochitl, que León-Portilla cultivó, según su hija, como un emblema de vida.

"Constantemente hablaba de esta idea. Era parte de su vida diaria, en comidas familiares, entre amigos. Le parecía que este concepto indígena podría ser una respuesta a sus...

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