INAH, un futuro incierto

AutorYanireth Israde

El INAH cumple 80 años de fundación entre protestas por la incertidumbre laboral de sus trabajadores, la ausencia de reglamento para su Ley Orgánica y el desafío de culminar la restauración del patrimonio dañado por el 19S, entre otros retos que señalan especialistas de la institución.

"Hay que quitar la restricción, vigente desde la época del ex Presidente Miguel de la Madrid, de crear plazas en el INAH. Seguimos siendo unos 870 investigadores, de los cuales más o menos la mitad somos arqueólogos y tenemos 50 mil sitios arqueológicos registrados", contrasta Gustavo Ramírez, director de la Red Mexicana de Arqueología.

La desproporción es similar para los arquitectos: más de 120 para atender 100 mil monumentos históricos registrados, añade. Funcionarios, en cambio, son 500.

Salvo algunas plazas de investigación abiertas durante la dirección del etnólogo Sergio Raúl Arroyo y de la historiadora Teresa Franco, el INAH no ha renovado cuadros, expone el antropólogo Bolfy Cottom, ex secretario técnico del Instituto.

"El personal tiene un promedio de edad que supera los 60 años: hace falta una renovación. Y cada administración pide al INAH, por ejemplo, abrir zonas arqueológicas, pero no lo dota de personal".

Para cubrir sus necesidades, el Instituto ha contratado jóvenes profesionistas que laboran sin prestaciones y en una incertidumbre atizada el 7 de enero por el director del organismo, el antropólogo Dieto Prieto, quien en un video institucional pidió a titulares de áreas una "revisión escrupulosa de contratos".

Cada año el Instituto contrata, sin prestaciones, unos mil 200 profesionistas que desempeñan tareas de investigación, de acuerdo con el Movimiento 26 de julio, promotor de denuncias ante organismos de derechos humanos nacionales e internaciones por esta situación.

"Detrás de las grandes exposiciones museográficas, de los hallazgos de relumbrón, de la atención diaria de las funciones sustantivas, hay trabajadores muy comprometidos, pero muchos de ellos laborando en condiciones precarias", señala el arqueólogo Joel Santos, dirigente del sindicato de investigadores del INAH.

El sismo del 19 de septiembre de 2017 evidenció la insuficiencia de personal especializado para el rescate del patrimonio dañado -alrededor de 2 mil 500 inmuebles-, apunta Ramírez, también arquitecto y restaurador.

"No hay suficiente personal en el INAH para atender los monumentos responsabilidad del gobierno, aparte de los edificios privados, que son muchísimos".

DEL...

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