Indaga la UNAM riqueza submarina

REFORMA/Redacción

Milenarias formaciones rocosas ricas en manganeso, hierro, cobre, níquel y cobalto fueron localizadas por científicos mexicanos a 4 mil metros de profundidad en el Océano Pacífico, en lodos marinos de la zona económica exclusiva (ZEE) de México, en torno a la Isla Clarión, cerca de Colima.

Se llaman nódulos polimetálicos, son físicamente parecidos a rocas compactas y tienen un alto valor científico y económico debido a su concentración de metales de interés potencial, que revela información sobre la geología marina, la evolución y su uso futuro.

Los nódulos tardan millones de años en formarse, a profundidades de 4 mil a 6 mil metros. Además, en un proceso geoquímico complejo que tiene lugar en rocas de montes volcánicos submarinos se fija el cobalto y otros metales disueltos en el mar a través de cargas eléctricas de unas sustancias llamadas oxihidratos, explica el doctor Arturo Carranza Edwards, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, quien aborda el análisis geológico de los nódulos, mientras la parte química está a cargo de la doctora Leticia Rosales Hoz, del mismo instituto.

Carranza y sus colaboradores fueron los primeros científicos mexicanos que trajeron muestras de estos tesoros naturales a un laboratorio luego de una campaña a bordo del buque oceanográfico El Puma de la UNAM.

Sin embargo, a nivel mundial estas rocas se conocen desde 1872, cuando se extrajeron por primera vez en una expedición del buque inglés H.M.S. Challenger.

Este dato da una idea de lo mucho que nos falta para incrementar la investigación oceanográfica en México. Necesitamos aumentar las campañas científicas de diversas instituciones del país en los océanos y contar con equipos geológicos dentro de buques oceanográficos como El Puma y el Justo Sierra de la UNAM", explica el investigador al referirse a estos laboratorios en altamar como una inversión en la que, opina, deberían conjuntarse esfuerzos de la academia, el gobierno y la industria.

Dentro del mar hay montes, montañas y cordilleras, pero tienen condiciones geoquímicas específicas que producen que metales diluidos en el agua, como el cobalto, se adhieran a rocas porosas en pequeñas proporciones, por ejemplo, 2 milímetros de cobalto en un millón de años, explica el investigador.

El cobalto es un metal de valor estratégico útil en aleaciones de aceros especiales, como conductores de calor y electricidad y es resistente a la abrasión, corrosión y las altas...

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