Los infectólogos Romero
| Autor | Natalia Vitela |
Esta es una historia de médicos, virus y vacunas. Los protagonistas son Raúl Romero Cabello, Raúl Romero Feregrino y Rodrigo Romero Feregrino.
El papá inoculó a sus hijos el "virus" de la vocación médica; los jóvenes siguieron sus pasos y este trío halló en la infectología pediátrica y la vacunología su pasión.
Fruto de su colaboración familiar y científica es el libro Microbiología y Parasitología Humana. Bases Etiológicas de las Enfermedades Infecciosas y Parasitarias, texto obligado para los estudiantes de medicina.
A diferencia de sus hijos, Raúl Romero Cabello no tuvo influencia familiar, pero se inclinó por la medicina por ser una carrera global para desarrollarse en cualquier esfera, y ya en la licenciatura fue tomando camino en el estudio de los agentes que producen enfermedades, es decir, bacterias, virus y parásitos hasta convertirse en infectólogo, el experto en estos gérmenes que provocan enfermedades.
Desde que era estudiante en la Facultad de Medicina de la UNAM, Romero Cabello ya formaba a otros alumnos, pues era ayudante de profesor, luego profesor adjunto y a la fecha es catedrático.
"Nunca he salido de la Facultad de Medicina porque soy profesor desde que era estudiante. Es muy agradable encontrar en todos lados ex alumnos que lo saludan, que lo recuerdan, que les da gusto verte. Al paso del tiempo algunos de mis alumnos han sido mis pacientes, pero al paso de más tiempo me han traído a sus hijos para que los vea como pacientes. Eso es muy satisfactorio porque cuando un ex alumno ya médico te busca es que te tiene la confianza como para que le ayudes a resolver sus problemas; cuando te dice: 'Le traigo a mi hijo para que lo vea', es la demostración clara de la confianza", comenta.
Para Romero Cabello, quien ha desempeñado su práctica clínica en el Hospital General de México, donde se especializó como infectólogo, la confianza que los niños depositan en él cuando son sus pacientes también es sumamente reconfortante.
Recuerda, por ejemplo, el caso de una pequeña a la que atendía tras haber sufrido severas quemaduras en el brazo y quien, pese al dolor, dejaba que le hiciera sus curaciones, hasta que cicatrizó, sin poner resistencia.
El 'contagio'
Que sus hijos Raúl y Rodrigo sean médicos, infectólogos y expertos en vacunología no es casualidad.
"Desde muy chicos ellos me acompañaban a la universidad, especialmente los sábados. Además ellos convivieron con mi mundo infectológico, con mis compañeros, con mis amigos, en los...
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