El Informe Oppenheimer / Ante crisis de migrantes cubanos, ¿quién debe hacer cambios?

AutorAndrés Oppenheimer

En momentos en que una nueva ola de refugiados cubanos está inundando América Central y Florida, nueve países latinoamericanos han pedido al Gobierno de Estados Unidos que termine con el estatus migratorio especial para los refugiados cubanos. Y, en parte, tienen razón.

En su carta el 29 de agosto al Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, los Cancilleres de Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú expresaron su "profunda preocupación" por la política de "Pies secos, pies mojados" de Estados Unidos para los refugiados cubanos, que, según dijeron, está creando una crisis de refugiados a nivel regional. Los Cancilleres le pidieron a Kerry una reunión para discutir el problema.

Es cierto que algunos de estos países, especialmente Ecuador -que dio a conocer la carta- y Nicaragua, tienen dudosas credenciales democráticas para hablarle a nadie sobre temas políticos o humanitarios.

Pero la carta debe ser tomada en cuenta, porque llega en un momento en que los cubanos están huyendo de la Isla en cifras récord. Muchos han perdido la esperanza de que habrá una apertura política, y otros están huyendo porque temen que Estados Unidos elimine su estatus migratorio preferencial para los cubanos después de las elecciones de noviembre.

Unos 46 mil refugiados cubanos fueron admitidos por Estados Unidos durante los primeros 10 meses del año fiscal 2016, casi el doble de los 24 mil que fueron recibidos en el país en 2014, según el Pew Research Center. Otros miles han ido a Nicaragua, Costa Rica, Panamá y otros países, con la esperanza de llegar a Estados Unidos.

Bajo la ley de ajuste cubano de 1966 y su modificación de 1995, la política de "Pies secos, pies mojados" permite a los cubanos que tocan tierra firme en Estados Unidos recibir la residencia permanente y, eventualmente, la ciudadanía. Si son interceptados en el mar, pueden ser devueltos a Cuba.

Además, el estatus especial para los refugiados cubanos ha sido muy abusado en los últimos años. Desde 1980 se les concedió un mecanismo que acelera los trámites para recibir ayuda económica, que ha hecho que muchos refugiados cubanos regresen a Cuba y vivan la buena vida allí con dólares de los contribuyentes estadounidenses.

José Miguel Vivanco, de Human Rights Watch, me dijo que, aunque Cuba es "un caso único en la región" en materia de represión...

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