El Informe Oppenheimer / El mundo post-Covid y los robots

AutorAndrés Oppenheimer

La pandemia de Covid-19 será recordada por muchas cosas, pero creo que una de las más importantes, además del trágico número de muertos que produjo, será que disparó las ventas de robots en el mundo.

Puede que esta pandemia marque el comienzo oficial de la era de la automatización.

Nuevos datos de la Federación Internacional de Robótica (IFR) con sede en Frankfurt, Alemania, muestran que las compras estadounidenses de robots industriales alcanzaron un récord histórico en 2020.

A pesar de la recesión económica, las ventas de robots industriales aumentaron 7 por ciento en Estados Unidos el año pasado, dice la Federación.

Eso incluyó un aumento de 72 por ciento en robots para hospitales y farmacias, y un aumento de 60 por ciento en robots para empresas de alimentos.

Un estudio separado de la consultora Gartner estima que las ventas de software para robots crecerán 20 por ciento este 2021, y seguirán creciendo a tasas de dos dígitos en los próximos tres años.

"La pandemia puede marcar un punto de inflexión en las actitudes de la gente hacia los robots", me dijo la secretaria general de IFR, Susanne Bieller.

"Antes de la pandemia, parte del público en general veía a los robots como competidores. Ahora, muchos los ven como ayudantes".

Cuando escribí el libro "Sálvese quien pueda!: El futuro del trabajo en la era de la automatización", en el 2018, señalé que las principales razones por las que los robots van a reemplazar a cada vez más trabajadores es que son cada día más baratos, y más inteligentes. Pero ahora, hay varias razones adicionales por las que aumentará el uso de los robots.

En primer lugar, la pandemia de Covid-19 paralizó a muchas empresas, y estas compañías querrán estar mejor preparadas para futuras pandemias.

Muchas compañías empezaron a usar robots durante la pandemia para reemplazar a sus trabajadores ausentes, o para reducir el riesgo de infecciones.

Los robots no se contagian de coronavirus, no necesitan estar sentados a dos metros de distancia, y trabajan las 24 horas del día. Además, no se toman vacaciones, ni piden aumentos de sueldo.

En segundo lugar, la pandemia de Covid-19 hizo que muchas empresas tomaran conciencia de la fragilidad de sus cadenas de suministros.

Cuando Estados Unidos se quedó sin mascarillas faciales y otros productos médicos fabricados en China a principios de 2020, cundió el pánico.

Muchas empresas decidieron depender menos de sus importaciones de China, y algunas comenzaron a producir en casa con...

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