EL INFORME OPPENHEIMER / Venezuela, una elección injusta

AutorAndrés Oppenheimer

Cuando el candidato de la Oposición venezolana Henrique Capriles Radonski dice que la elección presidencial del 14 de abril será una lucha de "David contra Goliat", en la cual el candidato del Gobierno contará con una ventaja formidable, no está exagerando.

De hecho, la elección para escoger a un sucesor del fallecido Presidente Hugo Chávez será una de las contiendas electorales más desiguales realizada en cualquier país en los últimos tiempos.

Veamos los hechos:

En primer lugar, el Presidente encargado y candidato gubernamental, Nicolás Maduro ha manipulado la agenda electoral extendiendo las ceremonias póstumas a Chávez durante varias semanas, lo que le da una enorme ventaja propagandística. Maduro se beneficia automáticamente de la deificación de Chávez en los medios controlados por el Estado, y también usa los actos en memoria del ex presidente como plataformas para hacer discursos de campaña transmitidos a todo el país.

En segundo lugar, Maduro ha gozado de mucho más tiempo que Capriles para organizar su maquinaria electoral. Comenzó a preparar su campaña casi dos meses antes, mientras engañaba al país diciendo que la salud de Chávez estaba en franca mejoría, y que, por lo tanto, no haría falta realizar elecciones.

Hasta poco antes de anunciar la muerte de Chávez, Maduro seguía diciendo que el difunto Presidente estaba en plena recuperación, y que Chávez incluso presidía reuniones de gabinete desde su lecho de enfermo en Cuba. Cuando algún periodista ponía en duda estas afirmaciones, Maduro lo acusaba de ser un "lacayo del imperio".

En tercer lugar, Maduro tendrá una ventaja de más de 10 a 1 en el tiempo de propaganda asignada a cada candidato en la televisión.

El candidato de Oposición sólo tendrá derecho a cuatro minutos diarios de avisos pagos por canal de televisión. Maduro, en cambio, podrá usar esos mismos 4 minutos, además de 10 minutos adicionales diarios de publicidad institucional reservada para el Gobierno, sumado a las "cadenas" de televisión que realiza constantemente en su calidad de Presidente. Si contamos todo esto, la ventaja de Maduro en tiempo televisivo sera más cercana al 100 a 1.

En cuarto lugar, hasta el momento de escribirse estas líneas, el Gobierno no ha accedido al pedido de Capriles de realizar un debate público, televisado, entre los dos candidatos.

En quinto lugar, el Gobierno no ha dado tiempo para que se revisen los padrones de votantes registrados.

Venezuela tiene un número inusualmente alto de votantes...

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