Inhalando el mismo aire maorí

AutorSilvia Garduño

Enviada

AUCKLAND.- Felipe Calderón fue recibido en la capital de Nueva Zelanda con un rito maorí.

En la Casa de Gobierno, el primer Presidente mexicano que realiza una visita oficial a Nueva Zelanda bajó del automóvil acompañado de su esposa, Margarita Zavala, caminó unos pasos por el jardín y se quedó inmóvil ante el recibimiento "guerrero" de los 23 nativos.

Advertido estaba de que los maorí realizarían movimientos y expresiones contra su persona como, según la tradición indígena, hacen con los visitantes.

Descalzos, vestidos con sus trajes típicos, que dejaban al descubierto una buena parte del cuerpo, pese a estar a menos de 10 grados centígrados de temperatura, gritaban en su lengua algunas expresiones a Felipe Calderón, quien observaba el rito, con las manos a los costados y la mirada fija.

Los rostros de los maorí, en cambio, expresaban furia y sus movimientos eran agresivos ante el visitante extraño, del cual desconocían si venía en son de paz.

El Jefe de los maorí coordinaba los gritos guerreros y encaraba a Felipe Calderón con su espada de un metro y medio, hecha de madera "kanuka" y conocida como Rakau Tapu.

Calderón sólo estaba advertido de que en algún momento, el jefe maorí dejaría la Rakau Tapu sobre el suelo, y que él debía recoger la lanza y devolverla.

De quedarse con el arma, los maorí advertirían que la comitiva mexicana tenía intenciones de pelear con ellos.

Antes de colocar la lanza en el suelo, el guerrero maorí encabezó los gritos y movimientos más aguerridos de la ceremonia: Los siete hombres del grupo se alinearon en forma de pirámide...

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