Instan a revisar fuentes tóxicas

AutorAlejandro Ramos

Lo que requiere la Ciudad de México y zona metropolitana para mitigar las altas concentraciones de ozono en fines de semana no sólo se debe dar atacando las emisiones de los vehículos, sino también contrarrestando la contaminación que originan los comercios y servicios.

Bajo este planteamiento, el Premio Nobel de Química Mario Molina ubica uno de los objetivos principales que deben analizar las autoridades del DF, ante la inminente aplicación del Hoy No Circula sabatino.

En noviembre de 2006, el científico presentó a las autoridades de la Comisión Ambiental Metropolitana (CAM) un estudio, en el cual señalaba que se requería fortalecer las medidas anticontaminantes para combatir las emisiones de fuentes de área, es decir, de comercios y servicios, junto con los automotores.

Molina advertía que si sólo se apretaban las medidas para atacar las emisiones de los vehículos reduciendo los óxidos de nitrógeno (NOx), sin atender a las fuentes de área, entonces los compuestos orgánicos volátiles (COV), se dispararían y el problema del ozono no se resolvería.

En la pasada investigación del proyecto MILAGRO (Megacity Initiative: Local And Global Research Observations, 2006), que analizó cómo la pluma de contaminantes influye en el cambio del clima, así como el flujo migratorio de las emisiones del Valle de México a otras regiones del mundo y viceversa, se detectó que en la atmósfera metropolitana había grandes cantidades de COV, entre ellos, el tolueno, producido por el uso de solventes en las pinturas.

"Esto demuestra que hace falta un control del uso de solventes en los talleres de pintura; por ejemplo, aquí tenemos una fuente que emite grandes cantidades de contaminantes y no está regulada", precisa Molina.

El Premio Nobel asegura que si las autoridades de la Ciudad de México descuidan estas fuentes, entonces lo que están buscando a través de la restricción sabatina tendrá resultados distintos, ya que, por un lado, se frenan los óxidos de nitrógeno que emiten los automóviles, y, por otro, los COV se disparan, por lo que el ozono en altas concentraciones continúa.

Un estudio de hace dos años de la Oficina de Recursos del Aire en California (CARB, por sus siglas en inglés), maneja una hipótesis similar a la planteada por Mario Molina, en el sentido de que no siempre una reducción de emisiones de NOx ayuda a disminuir la formación de ozono, y en ocasiones una reducción de óxidos de...

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