Razones y Proporciones/ Interpretaciones equivocadas sobre los pronósticos
| Autor | Manuel Sánchez |
Al inicio del 2003, han proliferado los pronósticos que caracterizan el futuro económico de México como incierto, lleno de riesgos y complicado. A pesar de su popularidad, estos calificativos carecen de utilidad.
En cualquier área del conocimiento, la predicción es una tarea difícil, ordinariamente inexacta, porque la certeza es escasa. Aun en las disciplinas consideradas precisas, como la física, el ámbito de la incertidumbre es amplio. En contraste con la ley de la aceleración de Galileo y las de la inercia y el movimiento de Newton, la aleatoriedad es frecuente; por ejemplo, un experimento en un acelerador de partículas realizado cinco veces puede producir cinco diferentes resultados.
El avance del conocimiento ha consistido, en gran medida, en la evaluación de las probabilidades sobre la validez de ciertas hipótesis no confirmadas plenamente. Esto se aplica no sólo a la ciencia sino a las decisiones cotidianas, como el discernimiento sobre la veracidad de un testimonio que condena o exculpa a un presunto criminal en un juicio. El ser humano formula conjeturas ante la continua falta de certeza.
El campo de la economía está sujeto a la incertidumbre porque estudia la interacción de millones de decisiones de seres humanos que, lejos de obedecer a reglas fijas, actúan con información limitada y responden a los cambios del ambiente. Si bien la teoría económica es muy potente para predecir algunos aspectos básicos, como el incremento de la cantidad demandada de un bien ante la reducción de su precio relativo, estas conclusiones derivan su poder de simplificar la realidad.
El problema es que se pide a los economistas prever el mundo con una precisión superior a la de cualquier otra profesión. Por ejemplo, no basta predecir que la inflación bajará y será inferior a, digamos, 4 por ciento, sino se espera un número exacto. Para responder a estas demandas, los economistas traducen la teoría a ciertas relaciones matemáticas que estiman con los datos del pasado. Al no ser la economía un sistema fijo, tales predicciones están sujetas a errores. El entendimiento de estas limitaciones es prerrequisito para el correcto uso de los pronósticos. Su comprensión aumenta si se evitan confusiones comunes, entre las que destaco cinco:
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"El futuro será como el pasado". Sin embargo, las economías han sufrido grandes transformaciones que rompieron con el pasado, como la Revolución Industrial y la tecnología de la información. Las regularidades históricas son...
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