Introducen sustentabilidad a agenda educativa
| Autor | Emilia Martínez y Ana Cristina Vargas |
Hace 10 años, empezó a moldearse el sueño; hoy, México ya cuenta con una universidad enfocada 100 por ciento en temas sustentables.
"No había ninguna otra universidad completamente enfocada en sustentabilidad en México y Latinoamérica", cuenta Federico Llamas, cofundador de la Universidad del Medio Ambiente (UMA).
Este centro de estudios superiores, que ofrece diplomados y maestrías, comenzó como una idea entre Llamas y Victoria Haro, quienes al trabajar en proyectos ambientales y sociales se dieron cuenta de la necesidad de profesionales en el tema.
Sin embargo, recuerda Llamas, no todos en México estaban conscientes de ello.
"El primer esfuerzo de salir a buscar que nos apoyaran financieramente para desarrollar el modelo educativo fue difícil", explica.
"Tanto del Gobierno como de la iniciativa privada recibíamos la respuesta de que simplemente no estaba en su agenda".
Fue gracias a dos jóvenes emprendedores mexicanos, Francisco Bonilla y Gustavo Téllez Girón, que pudieron comenzar.
"Creyeron en el sueño y se adelantaron un poquito a su época", señala Llamas.
Así inició la UMA. Durante los tres primeros años, Llamas y Haro se encargaron de desarrollar el modelo educativo, para lo cual viajaron a otros países donde sí existían universidades enfocadas en la sustentabilidad, como Estados Unidos e Inglaterra.
Ahí se dieron cuenta de que debían lanzar un modelo educativo completamente innovador.
"Estaban aprendiendo a partir de proyectos reales", cuenta Llamas sobre las universidades que visitaron y en las que se inspiraron para el programa académico.
"Las matemáticas y la medicina tenemos miles de años practicándolas, por lo que en las universidades hay mucho que enseñar en torno a ellas; en un tema tan nuevo como el de la sustentabilidad hay poco que enseñar y mucho que aprender".
Así, decidieron diseñar una universidad que aprendiera, no que enseñara.
El modelo educativo de la UMA es semipresencial y consiste en aprendizaje basado en proyectos. Los alumnos van cada seis semanas al campus de Valle de Bravo durante un fin de semana a presentar los avances de los trabajos que están desarrollando. "Nuestros estudiantes están trabajando en un proyecto real, con comunidades, en problemas ambientales reales adquiriendo conocimiento, y regresan a la universidad a reflexionar sobre estas experiencias", describe Llamas.
"Es un método que le llaman investigación activa".
Construcción con bambú, recicladora de pantalones de mezclilla o instalación de...
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