Isabel Turrent/ Perú: voto por Toledo

AutorIsabel Turrent

El 28 de marzo de l990, 11 días antes de las elecciones del 8 de abril, Mario Vargas Llosa recibió una llamada urgente de su comando de campaña: un candidato desconocido que había hecho su aparición a última hora, Alberto Fujimori, había desplazado en horas las intenciones de voto de los barrios marginales de Lima -el 60 por ciento de la capital-. Su popularidad, le informaron, "crecía como la espuma, minuto a minuto". Hasta ese día, pocos dudaban de la victoria de Vargas Llosa a la cabeza del Frente Democrático (Fredemo). Tres años después, el escritor confesaría en su libro El Pez en el Agua que la victoria le parecía entonces tan segura, que abrigaba esperanzas de obtener más del 50 por ciento de votos en la primera vuelta y evitar la segunda ronda en junio. Para sorpresa de propios y extraños, Vargas Llosa obtuvo menos del 30 por ciento en la primera votación y perdió abrumadoramente en la segunda ronda.

El ascenso político de Fujimori y la caída de Vargas Llosa fueron tan repentinos y extraordinarios que durante años nadie pensó que el fenómeno pudiera volver a repetirse, ni en el Perú, ni en ninguna parte. Hasta hace unos días, el más convencido de que la elección de 1990 había sido una aguja en el pajar y que triunfaría en las elecciones de hoy por una mayoría de votos y sin ningún opositor de peso, era Alberto Fujimori. A través del control gubernamental de los medios de comunicación, de una campaña tan sucia como la de 1990, del uso y abuso de los recursos estatales y de innumerables artimañas ilegales, Fujimori había dispuesto de los dos únicos candidatos que podían disputarle la Presidencia: Alberto Andrade y Luis Castañeda. Fue entonces, hace apenas 15 días, cuando le informaron, en un replay idéntico a lo ocurrido a Vargas Llosa una década antes, que un candidato desconocido había empezado a atraer la intención de voto de miles de peruanos: la popularidad de Alejandro Toledo subía "como la espuma". Tanto, que ninguna de las últimas encuestas pronostican el triunfo de Fujimori en la primera ronda: la que más votos le otorga -hecha por CPI- predice que obtendrá 46.4 por ciento frente a 39.9 de Toledo. Una segunda, indica que obtendrá 46 por ciento frente a 39 de su contrincante y la tercera encuesta, efectuada por la compañía Datum, le da el triunfo a Alejandro Toledo con 42.1 por ciento de la votación.

Una laguna fundamental pone en duda, sin embargo, los pronósticos de estas evaluaciones. Nadie ha hecho encuestas en las remotas...

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