Isabel Turrent / Crisis: ganadores y perdedores

AutorIsabel Turrent

Upheaval, el último libro de Jared Diamond, es un escrito irregular: los siete países que analiza son tan dispares que, a veces, le resulta imposible enmarcarlos en las doce categorías que eligió para estudiar sus éxitos o fracasos frente a las crisis que han enfrentado. Pero su metodología es original y práctica. Se le ocurrió aplicar las técnicas sicológicas de resolución de conflictos personales a crisis nacionales. El enfoque es interesante y muy ambicioso: pretende recoger toda la historia de los países que analiza (desde Finlandia hasta Alemania y EU, pasando por Chile y Australia) y hacer el recuento de las políticas que aplicaron para resolver, o no, crisis existenciales.

México merece apenas siete menciones en un libro de 500 páginas, pero repasar nuestra historia con las categorías de Diamond como telón de fondo es un ejercicio muy útil. Parte de la pregunta ¿quiénes somos?, para terminar con el desafío: ¿quiénes queremos ser?

En el caso de México es tan difícil responder una como la otra. Lo único fácil es contestar la primera de las doce interrogantes que recorren todo el camino entre lo que somos, lo que estamos haciendo y lo que queremos ser.

Ningún país puede resolver una crisis si una mayoría de sus ciudadanos se niega a reconocer la magnitud de los problemas que padece. Más vale ponernos de acuerdo. México es un país en crisis: el desarrollo económico del que depende la solución de la pobreza se ha estancado. Sin recursos ni consenso, el país no resolverá el problema de la violencia, del poder del narco, del crimen y la inseguridad. Tampoco podrá enmendar la desigualdad del ingreso y la disparidad económica entre el sur y el norte de México.

A este escenario interno poco envidiable se ha sumado el costo geopolítico que todo país débil con un vecino infinitamente más poderoso tiene que pagar cuando allá asume el poder un tirano -en ciernes, como Trump, o dueño de todos los hilos del poder, como en el caso paradigmático que recoge Diamond de Finlandia frente a Stalin entre 1939 y 1945.

El asunto se complica porque las lecciones de las crisis de los siete de Diamond confirman que ningún país sale triunfador si recurre a la victimización (como Alemania después de la Primera Guerra). Poco importa si la crisis que vive México hoy es "culpa" de neoliberales, fantasmas conservadores o del villano Hernán Cortés. Las crisis se resuelven...

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