Isabel Turrent / El ocaso de Murdoch

AutorIsabel Turrent

En una sola semana, News Corporation, el imperio informático de Rupert Murdoch, ha perdido en Gran Bretaña el tabloide dominical de más venta en el país -el News of the World-, ha tenido que retirar su oferta para comprar el 61% de British Sky Broadcasting (BskyB), que le hubiera dado el control total de esa compañía televisora, y ha tenido que aceptar la renuncia de dos de sus ejecutivos más importantes: Les Hinton y Rebekah Brooks.

Lo que ha sucedido parece ser el principio del fin de la inmensa influencia que Murdoch ha ejercido por décadas en la opinión pública y, en consecuencia, en la política británica. Murdoch se había convertido en el hacedor de reyes en el país: el futuro de cualquier político -como es el caso, entre otros, del Primer Ministro Cameron- acabó dependiendo del cortejo político de Murdoch y el fortalecimiento de las ligas entre el 10 de Downing Street y la red mediática que él presidía.

El inminente derrumbe del magnate ha sido resultado de un escándalo de proporciones mayúsculas, y crecientes. El periódico The Guardian y otros medios que han resentido desde siempre el ascenso de la News Corporation encabezaron una investigación que demostró que, en busca de las noticias más escandalosas, News of the World había intervenido (o hackeado) los correos de voz de celulares de víctimas del terrorismo, de familiares de soldados muertos en Afganistán y, peor aún, de víctimas del crimen como la jovencita Milly Dowler. "Hackeo" que llevó a la policía y a su familia a creer que la chica asesinada seguía viva. Por si eso fuera poco, en estos días ha salido también a la luz que la compañía de Murdoch les daba dinero a policías a cambio de información y usaba su influencia para desviar la atención de Scotland Yard de sus malos manejos. El hackeo y las mordidas son, por supuesto, delitos graves en Inglaterra. En su caída Murdoch ha colocado a David Cameron en una posición política vulnerable y ha resquebrajado el prestigio de la Policía Metropolitana a los ojos de la opinión pública.

¿Cómo pudo acumular Murdoch el inmenso poder que ejercía en Gran Bretaña -y en menor medida en Estados Unidos- hasta hace pocos días? Con base en una combinación tóxica: genio empresarial, concentración de poder mediático y una absoluta falta de escrúpulos al servicio de una ideología conservadora y racista. Rupert Murdoch empezó comprando periódicos y acabó adoptando la tecnología más moderna en sus diarios y televisoras. Se convirtió en el dueño de...

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