Isabel Turrent / Un Presidente iliberal

AutorIsabel Turrent

Para Ana.

De los numerosos grupos de votantes que le dieron a López Obrador el control total de la Presidencia y el Legislativo en julio, las mujeres progresistas de izquierda deberían ser las más arrepentidas.

El Presidente tiene sus propios datos para defender cada mañana su utópico país de las maravillas, donde la economía "florece" y no "le da línea a nadie". En la realidad del operador político -que es su verdadera vocación-, donde suma y resta las dádivas directas y subsidios que repartirá para ampliar su base clientelar, parece haber decidido que no necesita ya a las mujeres que se sumaron a las filas de sus feligreses para apoyarlo sin reservas.

Todo empezó, tal vez, con las estancias infantiles. Dos meses antes de la elección, en un interesante y aleccionador número de Letras Libres (mayo 2018), Ricardo Baruch y Regina Tamés analizaron la propuesta de Meade para mantener abiertas las estancias infantiles hasta las 8 de la noche: ni a ellos, ni a nadie, se les ocurrió preguntarse qué haría AMLO con ellas. La protección de los derechos de las mujeres trabajadoras era y es parte de cualquier programa de izquierda. López Obrador las sacó del presupuesto. Lo mismo hizo con los refugios para las mujeres víctimas de la violencia: necesita esos fondos para su política clientelar.

La ley que se aprobó en Nuevo León para defender la vida "desde la concepción hasta su muerte natural" y el nombramiento de Yasmín Esquivel, que está a favor de la penalización del aborto (y de paso en contra de los derechos de la comunidad lésbico gay) a la SCJ, han llevado la controversia sobre los derechos de las mujeres a un terreno más delicado y contencioso: el control de la salud reproductiva de las mujeres.

López Obrador ha evadido pronunciarse sobre el tema. Como en el caso de la dictadura de Maduro, él "no debate". Ninguna de sus feligres@s puede llamarse a engaño. En aquella famosa entrevista con Milenio durante la campaña -después de defender al Estado laico que amenaza sepultar- AMLO eludió la pregunta sobre la despenalización de la interrupción del embarazo. En aquella ocasión, nos hizo el favor de exponer sus razones: "como líder, no podía ofender a los que suscribían su movimiento" donde había ateos, pero también "evangélicos".

LO se equivoca. El aborto no está a debate: es un problema de salud pública que no puede evadir como Presidente. Más de...

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