La isla de la fantasía
| Autor | Cirze Tinajero |
CASTAWAY CAY, Bahamas.- Todavía faltan algunos metros para llegar al muelle, pero, desde el barco, ya se vislumbra Castaway Cay con su blanca arena y mar turquesa. Conforme pasa el tiempo, aumentan las ganas por desembarcar del Disney Magic, uno de los navíos de Disney Cruise Line.
Y no es para menos, ¿quién no quiere estar en la isla privada de Mi-ckey Mouse en las Bahamas?
En cuanto se toca tierra, a los pasajeros se les dibuja una sonrisa, se sienten especiales por encontrarse en este paradisiaco pedazo de tierra. No cualquiera llega aquí; para vivir esta experiencia hay que tomar alguno de los cruceros de la naviera de Disney que recorren el Caribe y las Bahamas.
Castaway Cay es propiedad de Mickey desde 1996 y se divide en diferentes áreas: para familias con niños o adolescentes y para parejas que desean tener un rato a solas.
Los más pequeños disfrutan de Castaway Family Beach, donde se encuentra la arena más suave de la isla y el mar tiene poca profundidad, de acuerdo con personal de la naviera.
También pueden ir a Scuttle's Cove, zona exclusiva para niños en el interior de la isla, en donde hay resbaladillas, fuentes y se organizan juegos para que la diversión nunca pare.
Quienes aún son menores de edad, pero más independientes, hacen esnórquel en Snorkeling Lagoon o se lanzan en toboganes dentro del mar en Pelican Plunge.
La relajación máxima no está peleada con esta isla. Los mayores de 18 años se instalan en Serenity Bay, zona totalmente alejada de las otras áreas y en donde la decoración no se centra en los personajes de Disney. En la tranquilidad de una hamaca o durante un masaje frente al océano se olvida por completo cualquier dibujo animado.
La visita a la isla incluye la comida del día, que tiene lugar en el Cookie´s BBQ. Un enorme espacio para todos los visitantes, quienes pueden elegir entre ensaladas, hamburguesas, pollo frito, una amplia variedad de frutas, helados y bebidas.
Después de pasar unas horas en Castaway Cay, el cuerpo queda satisfactoriamente rendido. Hay que regresar al barco a descansar, pero no por mucho tiempo, en alta mar aún hay más sorpresas y experiencias por vivir.
PARA ENREDARSE
Poco importa la edad que se tenga, en cuanto aparece a la mitad del barco Mickey, Bella o Iron Man, la emoción es tanta que resulta casi imposible no pedirle a cualquiera que pose para una fotografía, la cual muy posiblemente se convierta en uno de los mejores recuerdos de la travesía.
En cuanto se aborda alguno de los...
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