Una izquierda amplia, no partidista

Convocados por Enfoque a debatir vía messenger, el historiador Enrique Semo y el filosófo Luis Villoro confrontan sus opiniones sobre el futuro de la izquierda en México, la legalidad de un movimiento de oposición amplio y no partidista, y el rol de Andrés Manuel López Obrador.

Enfoque

- ¿A dónde va la izquierda a partir de la circunstancia en que se encuentra?

Enrique Semo

- Con la creación de la Convención Nacional Democrática y del Frente Amplio Progresista se inicia un periodo de ascenso sin precedente de la izquierda en los últimos 16 años. Con demandas que se han ido depurando en los últimos años, la izquierda está presente con gran fuerza en el Congreso, las calles, los medios o por lo menos algunos medios importantes, y prácticamente en todo el país.

Luis Villoro

- En la circunstancia actual, un amplio movimiento de izquierda debe ir a una actitud organizada dentro de la legalidad como un movimiento permanente que dé respuesta a la posibilidad de establecer un poder de derecha en el país. Para ello es indispensable que una izquierda asuma también el movimiento de resistencia que ha tenido como mayor fuerza representativa el movimiento zapatista.

Enfoque

- Suena muy bien eso, pero, ¿qué es hoy la izquierda?

Enrique Semo

- La izquierda es un conjunto de demandas acompañadas de acciones que concuerdan con ellas. Algunas de esas demandas fundamentales son: elevar paulatinamente el salario real a tasas superiores a la inflación, elevar el gasto en educación hasta que supere el 8 por ciento del Producto Interno Bruto, una reforma del sistema impositiva progresista que grave efectivamente a los que más tienen, una reforma del sistema electoral para impedir que vuelvan a reproducirse las anomalías de las últimas elecciones, reformar la Ley de Radio y Televisión, y así podríamos seguir.

El núcleo dirigente de la izquierda se halla en la Convención Nacional Democrática que apenas está dando sus primeros pasos. Naturalmente hay lugar en ella para el movimiento zapatista en sus propios términos y de muchas otras organizaciones sociales.

Luis Villoro

- Una actitud de izquierda, en general, podría definirse como una actitud de no-dominación, como la ha definido el republicanismo. Pero en un sentido positivo podría también definirse como una actitud contra toda desigualdad y en favor de una mayor equidad social y política. Las características de las que habla Enrique Semo pertenecerían a una actitud necesaria para un movimiento de izquierda.

Enfoque

- ¿Cómo hacer compatible demandas con organización, movimiento, partido y, a la vez, con caudillismo. ¿Es factible esa combinación?

Enrique Semo

- No hay otro camino. La particularidad de la izquierda mexicana es la diversidad de sus formas de expresión. Habrá que aprender a coordinar sus acciones sin vulnerar las particularidades de cada una de ellas. La heterogeneidad de la izquierda es una de sus cualidades, no es un defecto. Hay que crear los cuerpos adecuados para esa coordinación que debe ser programática, organizativa y de tiempos. Sin duda éste es el paso que sigue. Coincido con Luis Villoro en la importancia de la organización.

Enfoque

- ¿Coincide, Luis, con esa idea? ¿Se puede articular movimiento, partido y liderazgo?

Luis Villoro

- Un movimiento de izquierda tiene que ser una oposición dentro de la legalidad existente. En muchos países se han dado movimientos de oposición, en la legalidad, que respetan izquierda y derecha. La oposición en la legalidad tiene ya la posibilidad de estar organizada en ciertos partidos, como el PRD, pero necesitaría ampliarse considerablemente en un movimiento más amplio que abarcara la sociedad civil y política, más allá de los partidos. El movimiento zapatista ha dado muestra de...

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