Jaime Sánchez Susarrey/ Bush: el sepulturero

AutorJaime Sánchez Susarrey

¿Existe una estrategia de la Casa Blanca frente a Irak y el terrorismo? ¿O estamos, como muchos suponen, ante un simple capricho de George W. Bush, que se ha convertido en una obsesión que no tiene otro propósito que agradar a su daddy? Desde la segunda perspectiva, todo lo que estamos viendo no tendría otro arreglo que enviar a Bush hijo al diván del psicoanalista. Habría, además, que oponerse frontal y decididamente a un personaje que confunde sus problemas personales con los de la presidencia de los Estados Unidos. Desde la segunda perspectiva, la estrategia de la Casa Blanca, que incluye al Presidente y a los principales miembros de su gabinete, ha trazado las grandes líneas de una nueva política internacional que responde a dos hechos fundamentales: uno, el fin de la guerra fría y del viejo equilibrio entre las dos superpotencias (la URSS y Estados Unidos); dos, los atentados del 11 de septiembre.

Más allá del asunto personal y de lo que se quiera pensar al respecto, la nueva estrategia de la Casa Blanca sí existe y fue plasmada en un informe, The national security strategy of the United States of America, que fue presentado al Congreso de los Estados Unidos el año pasado. Los planteamientos centrales de dicho documento son los siguientes: la seguridad de los Estados Unidos ya no es amenazada por una conflagración nuclear con la Unión Soviética, que ya no está en condiciones de emplear los medios de destrucción total, sino por una combinación de radicalismo (fundamentalismo) y tecnología. Este peligro no es igual al que en su momento representó la URSS, porque no posee los medios de destrucción total, pero constituye un desafío real para las democracias por la capacidad que tiene de golpearlas internamente. Frente a esta nueva circunstancia, los Estados Unidos deben emprender acciones preventivas contra los grupos terroristas y los Estados que los apoyan o les sirven de refugio.

Otro dato fundamental de la nueva estrategia es la relación de los Estados Unidos con la Organización de las Naciones Unidas. Después de la Segunda Guerra Mundial, el Consejo de Seguridad de la ONU fue la instancia donde las grandes potencias (los Estados Unidos y la URSS) y las potencias medias resolvieron sus diferencias y encontraron una forma de regular y modular sus conflictos. El mejor ejemplo de ello fue la forma en que la Unión Soviética y los Estados Unidos presionaron a los franceses y los ingleses para que renunciaran a utilizar la fuerza para...

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