Estado Mayor / Jalón de orejas
| Autor | Carlos Humberto Toledo |
A Mauricio Vázquez Ramos. Fraternalmente.
La reunión de Waco reafirmó prioridades. Veamos.
Vicente Fox y el premier canadiense Paul Martin, por tierras texanas fueron huéspedes de George W. Bush. ¿Los resultados de su reunión? Los esperados.
Para el presidente norteamericano el tema dominante fue la seguridad. El presidente mexicano se inclinó por la prosperidad. Como buen canadiense, el primer ministro Martin concordó en ambas posturas.
Siendo nuestros vecinos los dueños del balón, resulta fácilmente entendible que la prosperidad propuesta por el mandatario mexicano será viable en la medida que la cooperación de México en el tema de la seguridad norteamericana -entiéndase no sólo el término continental- se vea jerarquizada en los niveles más elevados entre todos los asuntos urgentes de Estado. Así pues, el mejorar la competitividad y la calidad de vida de los habitantes de México, Canadá y Estados Unidos, el incrementar las productividades entre estas tres naciones, la cooperación tripartita en los muy importantes rubros tales como energía, transporte, servicios financieros, medio ambiente y el comercio en productos agrícolas será posible en la medida que por toda Norteamérica -entiéndase ahora el término continental- se establezcan las más severas condicionantes que de raíz inhiban cualquier posibilidad de producción y explosión terrorista que afecte a Estados Unidos, su blanco prioritario.
Por y para ello es que en Waco nace la "Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte". ¿Es este compromiso adecuado para México? De inicio resulta ineludible. En estos tiempos, el pretender aislarse del resto de la comunidad internacional "cerrando fronteras" a los intereses -nuestros y suyos-, resulta querer evocar figuras de un pasado populista que en el demandante presente que vivimos, no son otra cosa que inútiles, estorbosas e inadecuadas cargas que hoy -obviamente- están fuera de época.
Sin embargo, la tarea de proteger a nuestra zona continental del terrorismo y otras figuras delictivas es -lógico- responsabilidad altamente compleja. Para conseguirlo, lo primero que cada uno de los aliados de Waco debe por fuerza llevar a cabo es prevenir, disuadir -y en su caso- inhibir las amenazas internas que por tierra, mar y aire puedan presentarse.
Al tiempo que estas acciones se llevan a cabo, una muy fluida comunicación de información entre los servicios de inteligencia mexicanos, norteamericanos y canadienses apoyará la creación de...
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