JAQUE MATE / Costo del voto

AutorSergio Sarmiento

"El más delicioso de todos los privilegios: gastar el dinero de otra gente".

William Cabell Bruce

Nos dicen que es el costo de la democracia. Pero habría que preguntarse si no es un ejemplo más de la picaresca mexicana que permite a unos cuantos vivir y prosperar del sacrificio de los contribuyentes.

México tiene uno de los sistemas electorales más caros del mundo, con el añadido de que el costo se le cobra en buena medida al erario. Cada uno de los votos que se emitieron el pasado 5 de julio le costaron al contribuyente más de 500 pesos. Pero si se añaden los costos ocultos, públicos y privados, el total posiblemente supere los 700 pesos por voto. Por eso se dice que los nuestros son los votos más caros del mundo.

En este 2009 el IFE y los partidos políticos están ejerciendo un presupuesto oficial de 12,180.7 millones de pesos (acuerdo de ajuste al presupuesto del IFE CG953/2008). Los partidos políticos son responsables de 3,730.6 millones de este total. A este monto, que es superior a la facturación de muchas de las grandes empresas de nuestro país, hay que agregar 1,998 millones de pesos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Los institutos y tribunales electorales estatales también nos cuestan dinero; y aunque ninguna fuente ofrece una estimación de su costo anual sumado, podemos calcular otros 2,000 millones de pesos.

Estos costos, sin embargo, no agotan el gasto electoral. Los partidos y los candidatos reciben aportaciones privadas y las emplean siempre y cuando no rebasen sus límites oficiales de gasto. Algunas de estas aportaciones, sin embargo, se realizan sin registros contables. Hay entrevistas y coberturas de radio y televisión que son apoyos, pero para las que no hay un aparente intercambio de dinero. Muchos candidatos reparten despensas, costales de cemento o láminas sin que nunca revelen de dónde vienen estos productos ni cuánto cuestan. Las empresas transportistas proporcionan autobuses gratuitos para mítines y acarreos de votantes. Los gobiernos utilizan también recursos públicos para apoyar al IFE y a sus funcionarios sin que esto se contabilice como gasto electoral. ¿Recuerda usted cuando el gobernador del...

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